Toledo es una ciudad llena de misterios y secretos. Hasta el nombre de algunas de sus calles nos invitan a descubrir su pasado y cultura, relacionando la ciudad con la muerte, el diablo o el infierno. La razón la encontramos en las leyendas, las tradiciones o acontecimientos históricos.
Así ocurre con el Callejón del
Diablo y el Callejón del Infierno que deben sus nombres a una hechicera que vivía
allí y que preparaba filtros de amor para un caballero cristiano enamorado de
una judía. El conjuro terminó en tragedia, con un incendio y la muerte de los
amantes y la bruja.
Hay otra versión que cuenta
que el nombre se debe a que en ese lugar se colgaban los sanbenitos de los procesados
por la Inquisición, para que sirvieran de ejemplo para familiares y vecinos. Estos
sanbenitos eran unos sacos que les ponían a los condenados a muerte en los
autos de fe junto con una coroza o capirote.
Otra calle tétrica es la Calle
de la Muerte, llamada así porque en ella se encontraba el antiguo hospital de
San Lázaro, donde se atendía a los enfermos de lepra y otras dolencias
incurables. También se dice que por esa calle pasaban los reos condenados a
muerte camino del patíbulo.
No menos lúgubre es la
denominada Calle del Cristo de la Calavera, que recibe su nombre de una imagen
de Cristo crucificado que tiene una calavera a sus pies. Según una leyenda, un
caballero templario mató a su amada por celos y luego se arrepintió. Para
expiar su culpa, mandó tallar una imagen de Cristo con el rostro de su amada y
una calavera que le recordara su crimen.
Estas son solo algunas de las
calles con nombres relacionados con la muerte en Toledo, pero hay muchas más.

.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)

.jpg)
.jpg)

No hay comentarios:
Publicar un comentario