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martes, 23 de enero de 2024

TEMPLARIOS Y UN ARCÁNGEL EN LA IGLESIA DE SAN MIGUEL EL ALTO.

 

Un arcángel es un ángel con un rango superior. De hecho, el prefijo Arc- significa superior. En la fe cristina se les considera mensajeros y defensores de Dios. Sus funciones son la protección de los creyentes contra las fuerzas del mal.

Según la cristiandad el arcángel San Miguel tiene en concreto la misión de proteger y defender a los creyentes en su lucha contra el demonio. Se le suele representar con una espada luchando contra un dragón o una serpiente, símbolo de Satanás.

En la misteriosa iglesia de San Miguel el Alto, situada en Toledo cerca del Alcázar, podemos ver representado a este arcángel en la veleta de la bonita torre (foto). Es una iglesia mudéjar del siglo XII, aunque reformada en el siglo XVII.

Se dice que junto a esta iglesia se hospedaban los templarios cuando estaban en Toledo, normalmente de paso hacia otros emplazamientos, sirviendo el templo como capilla donde oraban. De hecho, dentro de la iglesia podemos observar la famosa cruz roja, emblema de estos guerreros como símbolo de pureza y castidad.

El cobertizo que tiene esta iglesia comunicaría la iglesia con lo que sería la hospedería donde se alojaban. 

La elección de esta iglesia puede ser debido a la semejanza simbólica del arcángel San Miguel con un Caballero Templario. Recordad que los miembros de esta orden de caballería era una de las órdenes militares católicas más poderosas de la Edad Media, cuya misión era proteger a los peregrinos y a los lugares santos cristianos durante las cruzadas. El arcángel San Miguel protegía a los creyentes del mal.

La misma torre es inusualmente alta para una iglesia, pues era habitual que su función no sólo fuese religiosa o estética, sino también militar o defensiva. Además, está situada en una de las zonas más elevadas de Toledo, de ahí que se llame San Miguel “EL ALTO”.

Existe una leyenda templaria toledana que se desarrolla en la iglesia de San Miguel. En otra publicación os la recuerdo.

Si te interesa saber más sobre el paso de los templarios por Toledo, puedes visitar mi blog donde hay varias entradas curiosas: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/search/label/TEMPLARIOS









martes, 24 de septiembre de 2019

ESPLENDOR Y OCASO DE LOS TEMPLARIOS


ESPLENDOR. Durante los primeros 9 años, la Orden de los templarios sólo la compusieron 9 caballeros, pero en poco más de 100 años su número llegó a ser de hasta 35.000 personas, y estaban extendidos por todo occidente.

Su función principal consistía en ayudar a los reyes en sus guerras contra los musulmanes. A cambio, recibían dinero y posesiones de todo tipo: castillos, barcos, templos y tierras.

Esto hizo que la Orden fuese inmensamente rica en pocos años, convirtiéndose en los banqueros de Europa durante el siglo XII. Los que acudían a ellos a pedir créditos eran los reyes y los nobles para financiar Las Cruzadas en Oriente. Además, se les encomendó la custodia de muchos objetos sagrados para que estuvieran protegidos de incursiones enemigas.

OCASO. En el año 1285 Felipe IV de Francia, apodado “el Hermoso”, heredó el trono de Francia, y con él todas las deudas que habían contraído con estos nobles caballeros. Felipe deseaba el dinero y las posesiones de los templarios. Era también la ocasión perfecta para acabar con una organización exenta del pago de tributos, que no quería fusionarse con otras órdenes y no se dejaba controlar por la realeza.

Lo que el rey hizo fue convencer al Papa Clemente V de que su enorme poder podía hacer peligrar la primacía de la nobleza y la iglesia en Europa. El Papa dictó una bula papal  por la cual no condenó a la Orden, pero sí dictó su disolución. Esto hizo que se comenzase un enorme proceso de persecución hacia los componentes de esta orden, con el objetivo de despojarles de todas sus riquezas y de todo su poder.

Las acusaciones que se les imputaron fueron de toda índole: sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía, homosexualidad, adoración a ídolos paganos, renegar contra Cristo, idolatría o realización de ritos de culto a satanás, entre otros.

Para que los templarios confesaran estas barbaridades de las que se les acusaba, les sometieron a múltiples torturas. Muchos fueron condenados a muerte en los Autos de Fe y quemados en la hoguera, fallecieron durante las torturas, estuvieron apresados en las cárceles y la mayoría huyeron y se dispersaron, hasta que en el año 1307 acabaron con el último maestre, aboliendo y disolviendo de esta forma la Orden de los Templarios.

En otra bula, el papa decretó  que parte de los bienes confiscados quedaran en manos de los caballeros hospitalarios y parte pasaran a los reinos donde se hallaban sus posesiones. Los hermanos del Temple declarados inocentes, así como los que confesaron su culpabilidad pero se reconciliaron con la Iglesia, les permitieron vivir en las antiguas casas de la orden o bien unirse a otra orden militar.

A partir de entonces surgieron en torno a esta orden multitud de leyendas y mitos. Por ejemplo se empezó a asociar al viernes 13 con un día maldito, debido a que fue el día en que fue detenido en Francia Jacques de Molay, el último Gran Maestre de la Orden del Temple, junto con un gran número de caballeros templarios.

En el año 1314 Molay fue quemado vivo frente a la Catedral de Notre Dame. Antes de morir este Gran Maestre lanzó una maldición en la que vaticinaba que tanto el rey Felipe como el Papa Clemente morirían en un año. En el año siguiendo fallecieron el papa Clemente V, Felipe IV por un accidente de caza y su consejero envenenado.



TEMPLARIOS EN TOLEDO.


Intentar seguir las huellas de los templarios en Toledo es muy difícil, pues no hay documentación sobre ellos que atestigüe su presencia en la ciudad. Aun así intentaremos seguir sus pisadas por la ciudad.

En primer lugar os comentaré que esta orden fue fundada en torno al año 1118 por varios caballeros cristianos, con el objetivo de defender los Santos Lugares y a los peregrinos que viajaban a ellos. Se instalaron en el palacio que les cedió el rey Balduino I, que era una mezquita ubicada en lo que en su día había sido el Templo de Salomón en Jerusalén. De este templo procede su nombre (Orden del Temple).

Debido a las continuas invasiones musulmanas en la zona se reubicaron en Europa, donde el número de caballeros con la cruz roja y la capa blanca aumentó considerablemente. No sólo crecieron en número sino también en riquezas. En menos de 100 años esta Orden era una de las organizaciones más ricas, extendidas y poderosas de todo Occidente, contando entre sus riquezas con dinero, tesoros, tierras, castillos, barcos, múltiples templos y vasallos. Llegaron a contabilizarse hasta 35.000 caballeros templarios.

En Toledo se les sitúa en torno al barrio de San Miguel, junto al Alcázar y muy cerca de la catedral (siempre junto al poder). Las primeras señales templarias las podemos apreciar en la puerta llana de la catedral. Siguiendo calle abajo, en la fachada de la mismísima catedral, observamos tras una hornacina una Virgen negra, más que probable de origen templario y que se sospecha veneraban los caballeros en la iglesia de San Miguel el Alto, supuestamente iglesia de referencia de la orden cuando pasaban por la ciudad. Esta parroquia conserva un capitel gótico y una campana con el escudo de la orden del temple, lo que parece atestiguar la presencia de la orden en la ciudad.

Calles como la del “Locum”, “el callejón del diablo” o “el callejón del infierno”, situadas  en este barrio, nos dan una idea de la simbología, leyendas y mitos que rodeaban a estos señores. También están cerca otras calles con referencias al Temple: la calle de la Candelaria, Virgen muy adorada por los guerreros de la Orden,  las calles “de la flor” y “del Can” (hace años “espinar del Can”). La rosa y la espina eran símbolos templarios.

Igualmente, existen por esta zona varias cuevas y subterráneos, e incluso debajo de la propia iglesia de San Miguel, que se los asocia con los templarios. Se dice que en estos lugares se reunían y guardaban sus tesoros y sus conocimientos, los cuales nunca encontró nadie.

A algunas de las casas de este barrio se las denomina “Casas del Temple”, que harían de hospedería cuando los caballeros pernoctaban en Toledo. Actualmente, se puede visitar la denominada “Casa del Temple”.

La iglesia de San Juan de los Reyes parece ser otro conocido lugar templario. En una de sus fachadas podemos leer: “Non nobis domine, non nobis sed tuo da gloria”, que traducido es “Nada para nosotros Señor, sino a tu santo nombre hemos de glorificar”. Igualmente, en la tumba de su arquitecto aparecen dibujados caballeros templarios.

El Castillo de San Servando es considerado castillo templario hasta finales del siglo XII, siendo su situación un lugar estratégico para proteger la entrada a la ciudad a través del puente de Alcántara.

Varias leyendas sitúan en estos lugares “La Mesa de Salomón” , “El Santo Grial” o “El Arca de la Alianza”. Hasta el mismísimo nazi fundador de la SS Heinrich Himmler, rastreador de estos objetos mágicos, pasó, ilógica y misteriosamente, por Toledo en el año 1940.

¿Qué hay de verdad y de leyenda sobre la presencia de los templarios en Toledo? Que cada uno saque sus propias conclusiones.



sábado, 21 de septiembre de 2019

LA VIRGEN DEL TIRO: ¿VIRGEN NEGRA DEL TEMPLE EN TOLEDO?.


Situada en la parte más baja de la fachada sur de la catedral de Toledo, oculta en una hornacina, hierática, tras un sucio cristal, protegida por un vierte aguas y acompañada de un farol que la alumbra por las noches, apenas se vislumbra la talla de una Virgen de color negro con un niño en sus brazos.

La propiedad, origen y autenticidad de la imagen está rodeada de un halo de misterio. Hay algunas teorías e hipótesis que apuntan a que esa Virgen Negra fue la imagen que veneraban los caballeros templarios en la iglesia de San Miguel el Alto, cuando se alojaban en la hospedería situada junto a esta iglesia, la verdadera y original Virgen de los Dolores.

En torno a los templarios siempre han existido multitud de leyendas y símbolos, sobre todo relacionados con la búsqueda del Santo Grial, la Mesa de Salomón o el Arca de la Alianza.

Sin embargo, su paso por Toledo es evidente y así lo atesoran algunas certezas, como las marcas de cantería que hay en la Puerta Llana de la catedral, más que probable de filiación templaria, o que la obra de la catedral de Toledo fue financiada por los monjes caballeros de esta orden, al igual que muchas de las catedrales que se construyeron en Europa.

Una certeza documentada es que en el año 1312 la Orden del Temple fue extinguida, una vez que los templarios fueron perseguidos, torturados y ajusticiados hasta su muerte, pasando sus riquezas a ser propiedad del arzobispado toledano.

Sus bienes y posesiones que eran objeto de culto como cálices, esculturas, símbolos, relicarios, crucifijos e imágenes eran reutilizadas, una vez que se les había borrado cualquier huella templaria.

En ocasiones, si las imágenes habían sido muy reverenciadas por la Orden se las retiraba del culto por mucho tiempo, para luego volver a aparecer con nuevos hábitos, semblante e incluso distinto color.

La suerte que otras imágenes corrían era la de quedar relegadas al ostracismo en destinos humildes como pequeñas capillas, oratorios u hornacinas. Puede que este fue el destino durante muchos años de la Virgen morena a la que nos referimos.

El color de esta Virgen, su apariencia, vestimenta, estilización, tamaño y postura lateral del niño que sostiene en su regazo la sitúan en el románico, a finales del siglo XII o principios del XIII, asemejándose a una enigmática "Dama Negra del Grial", descendiente de los antiguos cultos a la Madre Tierra.

Si tenemos en cuenta que la Sala Capitular de la Catedral, que se encuentra pegada a ese muro por el interior, se mandó construir por el Cardenal Cisneros entre 1504 y 1512, se deduce que anteriormente esta talla tuvo que estar en otro templo.

Los toledanos llaman a esta imagen la Virgen del Tiro desde el siglo XIX hasta la actualidad, debido al “tiro” de cuerda maniobrado por una polea situado por encima de la hornacina, construido en esa época, y que servía para meter en el taller de cera de la catedral los materiales para elaborar la cera. También este aparejo pudo ser utilizado para introducir los materiales que se utilizaban en el mantenimiento de la basílica.

Realidad o misticismo, lo cierto es que esta talla procede de tiempos muy lejanos y nos sigue mirando desde su ubicación sin que los hombres podamos deducir su verdad.