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jueves, 15 de febrero de 2024

SIMBOLOGÍA DEL NÚMERO 8 EN ARTESONADOS MUDÉJARES TOLEDANOS.

 

Muchos de los templos más emblemáticos de Toledo cuentan con una cubierta o techo espectacular de madera formado por estrellas de 8 puntas.

Ejemplos de estas techumbres en edificaciones de Toledo las podemos encontrar en el Monasterio de San Juan de los Reyes, en el Claustro de la Catedral de Toledo, en la Sinagoga del Tránsito o en el Taller del Moro.

Estas estrellas de ocho puntas pretenden representar el cielo. Tanto el número 8 como la estrella de 8 puntas son símbolos utilizados a lo largo de los tiempos en multitud de culturas, con una gran carga espiritual y simbólica.

El número 8 tumbado es el símbolo del infinito, representando la muerte y la resurrección, la tierra y el cielo, lo divino y lo humano, el día y la noche. En definitiva, la eternidad pues no tiene principio ni fin. Es un símbolo de perfección y equilibro formado por dos círculos.

Curiosamente, la palabra noche en muchos idiomas está compuesta por la letra N, que en matemáticas es un símbolo que significa un número elevado, más el propio número 8 (n+ocho). Es decir, la palabra noche en muchos idiomas significaría la unión con el infinito. Os pongo algunos ejemplos:

PORTUGUÉS: noite = n + oito (8)                   INGLÉS: night = n + eight (8)

ALEMÁN: nacht = n + acht (8)                        ESPAÑOL: noche = n + ocho (8)

ITALIANO: notte = n + otto (8)                        FRANCÉS: nuit = n + huit (8)

Desde el punto de vista geométrico, la estrella de 8 puntas se forma al superponer dos cuadrados, cuando uno de ellos gira 45 grados respecto al otro y representan la estabilidad y la corrección.

Esta estrella aparece en la biblia como la Estrella de Salomón. Durante la Edad Media se la conoció como la Estrella de Abderramán I, primer califa del reinado de Al-Ándalus, que la extendió por toda la península, siendo el símbolo originario de la propia Andalucía, referido a un sol con ocho rayos. Esta estrella formaba parte de las fachadas de los edificios, los grabados, las pinturas y el diseño de joyas.










sábado, 13 de junio de 2020

ALDABAS EN TOLEDO


Si los portones de madera en Toledo forman parten de la belleza de esta ciudad medieval, las aldabas que adornan estas puertas las hacen aún más interesantes. También este elemento tiene su historia y su significado. Veámoslo acompañado de fotos:

DEFINICIÓN. Es una pieza de metal abatible que se colocaba en los viejos portones y se utilizaba para llamar golpeando con ella, y avisar de nuestra presencia. Con la aparición del timbre se ha convertido en un elemento de decoración.

ORIGEN: La necesidad de protección del hombre desde los tiempos más primitivos, ha hecho que cuando alguien quiera pasar a nuestra morada, tenga que llamar para que el dueño esté prevenido. La incorporación de un llamador o aldaba a la puerta vino más tarde. Una de las aldabas más antiguas que se conocen se encontró en Pompeya. Es una argolla colgada de una cabeza de Mercurio.

SIMBOLISMO. Dependiendo de la forma de estos aldabones, nos podemos encontrar con significados diferentes. Indicaban al visitante de la riqueza y la clase social de los dueños de la vivienda. Los más atractivos y trabajados pertenecían a casas de nobles que representaban en la ciudad los poderes económicos, religiosos y políticos.
Hay dos refranes españoles muy representativos al respecto: “tener buenas aldabas” hacía referencia a que tenías amistades influyentes. “A tal casa, tal aldaba” expresaba la clase social y el poder de los dueños.

ARGOLLAS. Son las aldabas más antiguas y consisten en una gruesa anilla. Servían también como asas para abrir y cerrar las puertas. En Toledo durante la Edad Media proliferaron en las iglesias. Agarrarse a una argolla significaba petición de asilo.
Muchas de ellas son muy artísticas, al ir sujetas a atractivas cabezas de león, ángeles o seres fantásticos y mitológicos como grifos o quimeras. Su propósito era y es realzar la grandiosidad del portón. Suelen estar elevadas y poco accesibles, e indicaban que no somos dignos de ellas. Se colocaban en casonas y palacios.

HERRADURAS. Son aldabas con forma de U. Significan  protección y se colocan con las puntas hacia arriba en forma de recipiente que contiene la fortuna.

FORMA FÁLICA. Son como pequeños martillos. Hacen referencia a la fertilidad, el valor y el poder de los seres humanos.

MANO AGARRANDO UNA ESFERA. Simbolizan la mano de Fátima. Hay interpretaciones que afirman que si aparece un anillo en el dedo anular indica que en la vivienda no hay mujeres casaderas. Sin embargo, si no aparece ningún anillo en la mano era debido a que había mujeres solteras.

ALDABAS ISLÁMICAS. En los pueblos islámicos se colocaban siempre dos aldabas: una a la izquierda para las mujeres y otra a la derecha para los hombres. La de los hombres tenía forma fálica y la de las mujeres forma redonda. Emitían diferentes sonidos. La de los hombres sonaba más grave y la de las mujeres más agudas. De esta forma, según el sonido de la aldaba abría la puerta el hombre o la mujer.

PARTES DE UNA ALDABA. El martillo es la pieza que golpea, el espigón que sirve para articular el martillo y el tas que recibe el impacto al llamar.

MATERIALES. Los más modestos están hechos de hierro o acero. Con el tiempo tienden a oxidarse y corroerse. Las aldabas de mayor categoría son de bronce, más caro, más resistente a la intemperie y más fácil de moldear con lo que se consiguen figuras más elaboradas.
















miércoles, 15 de enero de 2020

LA CUSTODIA DE TOLEDO.


EL NOMBRE. En el culto católico una custodia es una pieza de oro, plata u otro metal, donde se expone la hostia consagrada para ser adorada por los fieles. En realidad sería el lugar donde se custodia o guarda el cuerpo de Cristo.

ORIGEN. Isabel la Católica mandó hacer una custodia con el primer oro que trajera Cristóbal Colón de América (si esto es verdad o leyenda es algo que dejo a vuestra elección). La realizó el orfebre Almarique, que empleó en su obra 17 kilos de oro. Al morir Isabel, el Cabildo de la catedral de Toledo, a través del cardenal Cisneros, compró esta custodia a la testamentaría de la reina en torno al año 1505. Es una custodia pequeña y de mano que mide 98 cm de altura.

Más tarde, Cisneros encargó a Enrique de Arfe una custodia mucho más grande y ostentosa, que cobijara a su vez en el interior a la custodia de la reina Isabel. Después de 7 años de trabajo se terminó en el 1523. Esta es la Custodia Procesional que cada año se saca en la procesión del Corpus Christi por las calles de Toledo.

CARACTERÍSTICAS. La custodia de Enrique de Arfe mide más de dos metros y medio de altura, es de plata dorada y su forma es similar a la de una torre escalonada de base hexagonal, con cuantiosas agujas, vértices y pequeñas miniaturas. Algunos la comparan con la torre de la Catedral de Toledo. Tiene muchísimas perlas y piedras preciosas. Se encuentra en la denominada “capilla de la Torre” o “del Tesoro” de la Catedral de Toledo.

Según consta en los archivos catedralicios, se emplearon en su construcción 18 kilos de oro y 183 de plata. Está compuesta de 5.600 piezas y 12.500 tornillos. Ostenta 260 estatuillas situadas bajo pequeñas bóvedas. Pesa más de 200 kilos. Hay una extraordinaria réplica en madera, situada en el centro del retablo de la Capilla Mayor de la Catedral.

LA PEANA. A mediados del siglo XVIII, Luis de Borbón, el hijo mayor de Felipe V y Arzobispo de Toledo, mandó construir una peana recubierta de plata, sobre la que reposa la Custodia de Arfe. Se la llama la peana de los ángeles, al estar formada por cuatro  angelotes en círculo, de plata y bronce dorado, que sostienen la plataforma en que descansa la custodia.

VIAJES. La custodia ha salido de Toledo en varias ocasiones: en 1952 a Barcelona, durante el Congreso Internacional Eucarístico. En 1992 a Sevilla, durante la Expo. En 2011 a Madrid, durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. También la han trasladado en dos ocasiones a Cádiz para protegerla: durante la guerra civil y durante la guerra de la Independencia de los franceses, donde permaneció hasta el fin de dicha guerra.

ENRIQUE DE ARFE. Enrique de Arfe, conocido como Enrique de Colonia, por su posible origen germánico, nació en una familia de Orfebres Leoneses de gran popularidad. Además de la custodia de Toledo, también hizo la de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Su hijo Antonio hizo la de Santiago de Compostela. Su nieto Juan realizó las de Valladolid, Sevilla y Ávila.  

Cuando termino esta maravillosa joya, dejó escrito un manual para poder desmontarla y armarla cuando fuese necesario limpiarla o restaurarla. En el 2002 fue la última vez que se llevó a cabo esta delicada operación.





sábado, 19 de octubre de 2019

HISTORIA Y ORIGEN DEL MAZAPÁN.

ORIGEN. Hay muchos países que se adjudican el origen del mazapán. En la vetusta civilización griega se hablaba de una pasta de almendra y miel.
Los cristianos incorporaron la tarta de almendra en la celebración de la Pascua. Lo llamaban pan de marzo (marzapane en italiano).

Otras fuentes sitúan la aparición del mazapán en Sicilia, concretamente en un monasterio de monjas de origen griego. Incluso hacían miniaturas de frutas y animales.

En la cultura musulmana, concretamente en la recopilación de cuentos “las mil y una noches”, se hace referencia a un dulce parecido al mazapán que lo tomaban los musulmanes para aguantar los ayunos del Ramadán. También lo utilizaban como afrodisíaco sexual.

Los toledanos situamos en nuestra ciudad la aparición del mazapán. La primera cita la podemos ubicar hacia el año 1150, durante el reinado de Alfonso VII, donde se habla de una pasta de azúcar y miel del que disfrutaban los reyes.
Ya sea leyenda o realidad, en Toledo es común atribuir la invención de este dulce a las monjas de San Clemente. Se produjo después de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, como consecuencia de la hambruna posterior. El convento tenía muchísimos almendros como patrimonio. Machacaban las almendras con un mazo y las mezclaban proporcionalmente con azúcar, las horneaban y la pasta resultante duraba varios meses. De esta forma dieron de comer a los más necesitados.
EL NOMBRE. También hay varias versiones. Unos hablan que procede de la palabra maza que se utilizaba para machacar el mazapán, y la palabra pan que era el producto obtenido, al que en principio denominaban pan de almendra.
Etimológicamente parece que procede del árabe “manthában” (recipiente donde se guardaba la masa). Aunque también podría provenir del árabe “mautha-ban” (rey sentado), refiriéndose a las figuritas que se hacían.
COMPOSICIÓN. Se trituran a partes iguales almendras dulces, crudas y peladas junto con azúcar. Se amasan hasta conseguir una pasta desliada. Se deja reposar y se hornea durante varios minutos.
LAS ANGUILAS DE MAZAPÁN. La anguila es un pez alargado similar a una serpiente que puede vivir en los ríos o en el mar. El origen de su elaboración en mazapán también es algo confuso.
Unos se refieren a que se empezó a hacer cuando las anguilas del río Tajo desaparecieron, y los pasteleros decidieron hacerlas de mazapán como recuerdo.

Puede que su procedencia venga de la costumbre italiana de comerlas por Navidad. Los italianos las cortaban la cabeza como símbolo de erradicación del mal que la Biblia asigna a la serpiente en el paraíso.
Otra versión nos habla de un homenaje que se hizo a las anguilas, pez que se utilizó en pozos y aljibes toledanos para mantener el agua limpia y potable, debido a que se comían todo lo que había dentro de estas cisternas.
También hay referencias en torno a su elaboración durante la época de los Reyes Católicos, con el objetivo de que la Inquisición pudiese descubrir a los judíos conversos. Se hacían las anguilas de mazapán sin escamas, pues los hebreos sólo tienen permitido comer el pescado si tienen a la vez aletas y escamas. De esta forma mientras los cristianos colocaban sus anguilas a la vista, los judeoconversos no podían comer este tipo de dulce, y de esta forma les podrían descubrir.
CURIOSIDADES. La confitería Santo Tomé de Toledo batió un record Guiness al elaborar la figura del quijote en mazapán más grande nunca confeccionada. El rey Carlo V recibía periódicamente en su retiro en el Monasterio de Yuste mazapán proveniente del Convento de San Clemente. Durante la guerra civil hubo que racionar el azúcar, por lo que para hacer el mazapán se sustituyó éste por higos secos.



sábado, 21 de septiembre de 2019

LA ESPADA TOLEDANA.


El acero de Toledo siempre ha estado apreciado como el mejor material de la historia con el que se forjaron las espadas que han permitido conquistar grandes territorios. Sus espadas resultaron muy superiores a las enemigas en muchas batallas.

Esta fama residía en la habilidad con que los artesanos manejaban el “Temple”. Esta destreza ha sido guardada por los maestros espaderos de Toledo, siendo transferida  de generación en generación hasta nuestros días, pudiendo aseverar por ello que el Acero de Toledo es único en el mundo. La tradición popular habla de que la espada toledana debía su calidad a ser templada con el agua del río Tajo y la arena de sus orillas

Cuando empezó el verdadero auge de la espada toledana fue en los siglos XV y XVI, con la presencia de espaderos de gran calidad, situando la mayoría de sus talleres en lo que es la actual Calle Armas (la que parte del Miradero a Zocodover). Posteriormente, a principios del siglo XVIII se creó la Real Fábrica de Armas Blancas de Toledo por orden de Carlos III en 1761, ubicada en la Calle Núñez de Arce (frente al Miradero). Más tarde se trasladó a su ubicación en lo que ahora es la Universidad de la Fábrica de Armas. Actualmente apenas quedan en Toledo 3 espaderos que fabriquen espadas.

En Toledo se forjaron espadas como la de Hannibal, El Cid, El Gran Capitán, y por supuesto la de la mayoría de reyes españoles como Sancho IV, el Bravo, cuya espada podemos ver en la catedral de Toledo.

Durante los siglos XVI y XVII era muy frecuente que todos los hombres llevasen una espada ropera como una parte más de su vestimenta habitual. Los pintores de la época, entre ellos el Greco, así lo reflejaban en muchos de sus cuadros.

No sólo las llevaban la nobleza o los hidalgos de la época, sino era normal ver a cualquier artesano (curtidor, herrero, etc.) salir de su casa con la espada en ristre. La llevaban los hombres como símbolo de virilidad y gallardía, aunque la realidad es que había hombres que sabían utilizarla y muchos otros que no.

Todas las espadas llevaban la firma de la casa que las realizaba. Una de las marcas más famosas de la época fue la del “perrillo” que llevaba un pequeño perrito grabado en la hoja, aunque había números sellos. Muchas de estas marcas eran falsificadas, como ocurre actualmente con los perfumes o la ropa.

La espada toledana era relativamente ligera y muy estrecha, no pudiendo medir más de 3 centímetros. Pesaba en torno a 2 ó 3 kg lo que hacía que se pudiese portar con facilidad, y que se pudiese manejar relativamente bien. Tenía mucha flexibilidad y se llevaba inclinada sobre el cinturón. Las empuñaduras podían ser de lazo, cazoleta o concha. Había normas sobre sobre el tipo de espada que se podían portar. Los alguaciles se encargaban de que se cumpliese esta normativa, y si no se cumplía partían las espadas ilegales.

Aun así, había muchos asesinos, duelistas, delincuentes y mercenarios habituales que incumplían estas normas, con lo que solían ganar los enfrentamientos al alcanzar con más facilidad el cuerpo del adversario.

Hay que trasladarse a esa época en la que se moría y se mataba con relativa facilidad. Así nos los muestran los literatos de la época, y la abundante documentación existente sobre muertes como consecuencia de los duelos. Hasta tal punto llegó a ser tan frecuente, que el propio Vaticano en el Concilio de Trento promulgó la prohibición del duelo, bajo la amenaza de excomulgar de Europa a los duelistas.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

DAMASQUINADO: EL ORO DE TOLEDO.


El damasquinado es una labor de artesanía que consiste en la realización de formas y dibujos mediante la incrustación de hilos y láminas de oro y plata en acero o hierro, normalmente oscurecido.

Este arte es muy antiguo. Los primeros indicios aparecen en Egipto en el año 1700 a.c., con el hallazgo de un puñal dentro de la tumba de un faraón. También se han encontrado piezas damasquinadas en el norte de Siria (1400 a.c.), en Grecia y Roma (500 a.c.). Incluso llegó a China y Japón (1500 a.c.), donde las guarniciones de las katanas eran decoradas con esta técnica.

Posteriormente son los árabes los que más lo desarrollan, probablemente debido a que el Corán prohíbe llevar elementos de metales nobles macizos. Sin embargo, el damasquinado al ser un elemento decorativo sí se permitía. Así llega a Damasco que es el lugar donde más se perfecciona, y de esta ciudad proviene su nombre español. En árabe este arte se denominaba Ataujía.

Más tarde, en el siglo VIII, con la conquista de la Península Ibérica por parte de los musulmanes llega a España, donde echa raíces, sobre todo en la época imperial de los reyes Carlos I y Felipe II en el siglo XV. Muchas armas blancas y armaduras llevaban damasquino. Reyes, nobleza y aristocracia portaban joyas damasquinadas.

Con la aparición y utilización de las armas de fuego, el damasquinado pierde importancia entrando en declive, pero a primeros del siglo XIX vuelve a desarrollarse con fuerza, impulsado por la Fábrica de Armas de Toledo.  Debido a su gran cotización y su apogeo en las ventas, muchos toledanos hacían damasquinado en sus casas y se llevaban un sobresueldo.

Es en Toledo y en Éibar donde más se desarrolla dentro de la Península, aunque en Éibar prácticamente desaparece, permaneciendo hasta la actualidad en Toledo como la única ciudad en la que se fabrica.

¿Cuál es la técnica utilizada para la realización del damasquino? Aunque ha ido evolucionando, la artesanal a mano todavía se puede ver en algunas tiendas de Toledo. Consiste en ir incrustando el hilo de oro o plata en el hierro o acero con un pequeño martillo, siguiendo el boceto previamente dibujado en la pieza con una cuchilla.

Ahora bien, actualmente en función de los dibujos y la técnica, podemos encontrar hasta 3 estilos de damasquinado:

-El árabe que es el más artesanal y genuino, que como he dicho consiste en resaltar con buriles el hilo de oro o plata.

-El renacentista, introducido en el Siglo XVI, cuya peculiaridad es incorporar diseños  relacionados con la naturaleza: florales y animales.

-El de vistas, desarrollada en el siglo XX y cuya características es representar un dibujo grande (la ciudad de Toledo, el cuadro del entierro del señor de Orgaz o motivos quijotescos y costumbristas). La técnica consiste en incrustar una gran chapa de oro, a partir de la cual el artesano cincela las formas con el buril, creando diferentes y bonitos efectos.

Actualmente Toledo es la Meca del damasquinado en el mundo. Hay muchas industrias que se dedican a la fabricación de damasquinos, pero todavía quedan muchos artesanos, cuyos trabajos son mucho más vistosos. Curiosamente, los toledanos compran muy poco damasquino, y las mayores ventas se llevan a cabo a través de los souvenir que adquieren los turistas.