Se cuentan por decenas las torres que
nos encontramos al caminar por las sinuosas calles de Toledo, la mayoría son
torres de las iglesias, pero ¿te has preguntado qué significado y funcionalidad
tienen estas torres?
Una
torre literalmente es un edificio más alto que ancho, lo que ya es de por sí un
pequeño desafío arquitectónico. Las torres religiosas se construyen muy altas
para intentar que se eleven hasta el cielo. El propósito es estar más cerca de Dios,
cada religión del suyo. Esta altura es un símbolo de poder, una expresión de su
dominación social.
Desde el punto de vista espiritual, las religiones desde siempre han hecho de las torres su seña de identidad. En Toledo hay torres campanario cristianas creadas nuevas tras la reconquista como las de San Andrés y San Bartolomé. También hay otras mudéjares, herencia de los alminares musulmanes rehabilitadas, cuando los cristianos convirtieron las mezquitas en iglesias, como las de San Román, Santo Tomé o San Salvador.
Pero estas torres tan altas se ven desde muy lejos, por lo que también sirven como símbolo de las localidades, como marcadores de pertenencia en el paisaje desde gran distancia.
En tiempos de guerra ha sido utilizadas con el objetivo principal de proporcionar un lugar alto y seguro desde el cual poder realizar la vigilancia y hacer observaciones militares. Su función principal era la de atalayas.
Las torres
de campanario en Toledo son una parte importante de la herencia arquitectónica
de la ciudad. Las torres más altas son las del Alcázar de Toledo. Como torre de
iglesia, la más alta de la ciudad es la torre de las campanas de la Catedral de
Toledo con 92 metros.
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