Pasear por el casco de Toledo y encontrarte con multitud de puertas tabicadas es algo habitual en las fachadas de los edificios toledanos.
Estas puertas cerradas nos
hablan de la historia de esos edificios en otros siglos, así como de la
evolución de la propia ciudad. Pasan desapercibidas a nuestro ojo, distraído
con los turistas, las tiendas reclamo y la propia belleza de otros elementos de
la ciudad.
La razón principal por la que
están tapiadas la encontramos en los cambios en la estructura del edificio por
modificaciones o reestructuraciones que hacen que cambien la entrada o salida
de la vivienda. En algunas ocasiones se convierten en ventanas y en otras las
encementan completamente, dejando sólo el rastro de lo que fue.
Muchas de estas puertas, ahora
selladas o bloqueadas, son grandes paredes costando apreciar lo que fueron en
el pasado. Si dejamos volar la imaginación veremos cómo fue el edificio hace
siglos.
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Además, el casco histórico de
Toledo está acordonado por el recinto amurallado, salpicado de puertas que en
otros tiempos fueron de uso defensivo. Una de las más curiosas es la Puerta de
Valmardón (la de la foto), la que está junto a la Mezquita del Cristo de la Luz.
Permaneció muchos años tabicada, siendo usada en su lugar la Puerta del Sol y
de la Luna.
El mismo nombre de esta
puerta, Valmardón, en árabe significa puerta tapiada. Es de las más antiguas de
Toledo, del siglo X, cuando la ciudad estaba dominada por los musulmanes.
En definitiva, las puertas
tapadas de las fachadas de Toledo forman parte del patrimonio arquitectónico de
esta gran ciudad.
Algunas de ellas nos la
podemos encontrar en la Calle del Locum, convertida en una pequeña ventana. La
del Cobertizo de San Miguel es preciosa y está transformada en un arco de
herradura, siendo la antigua entrada a la iglesia.
En la fachada de la iglesia de
las Santas Justa y Rufina hay alrededor de la puerta tabicada muchos elementos
de diferentes épocas y estilos con cantería pulida, además de un antiguo arco
de herradura.
Y así nos podemos encontrar
decenas de siluetas que en un pasado fueron puertas y ahora forman parte de los
muros.
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