El damasquinado es una labor de artesanía que consiste en la
realización de formas y dibujos mediante la incrustación de hilos y láminas de
oro y plata en acero o hierro, normalmente oscurecido.
Este arte es muy antiguo. Los primeros indicios aparecen en
Egipto en el año 1700 a.c., con el hallazgo de un puñal dentro de la tumba de
un faraón. También se han encontrado piezas damasquinadas en el norte de Siria
(1400 a.c.), en Grecia y Roma (500 a.c.). Incluso llegó a China y Japón (1500
a.c.), donde las guarniciones de las katanas eran decoradas con esta técnica.
Posteriormente son los árabes los que más lo desarrollan,
probablemente debido a que el Corán prohíbe llevar elementos de metales nobles
macizos. Sin embargo, el damasquinado al ser un elemento decorativo sí se
permitía. Así llega a Damasco que es el lugar donde más se perfecciona, y de
esta ciudad proviene su nombre español. En árabe este arte se denominaba
Ataujía.
Más tarde, en el siglo VIII, con la conquista de la
Península Ibérica por parte de los musulmanes llega a España, donde echa raíces,
sobre todo en la época imperial de los reyes Carlos I y Felipe II en el siglo
XV. Muchas armas blancas y armaduras llevaban damasquino. Reyes, nobleza y aristocracia
portaban joyas damasquinadas.
Con la aparición y utilización de las armas de fuego, el
damasquinado pierde importancia entrando en declive, pero a primeros del siglo
XIX vuelve a desarrollarse con fuerza, impulsado por la Fábrica de Armas de Toledo.
Debido a su gran cotización y su apogeo
en las ventas, muchos toledanos hacían damasquinado en sus casas y se llevaban
un sobresueldo.
Es en Toledo y en Éibar donde más se desarrolla dentro de la
Península, aunque en Éibar prácticamente desaparece, permaneciendo hasta la
actualidad en Toledo como la única ciudad en la que se fabrica.
¿Cuál es la técnica utilizada para la realización del
damasquino? Aunque ha ido evolucionando, la artesanal a mano todavía se puede
ver en algunas tiendas de Toledo. Consiste en ir incrustando el hilo de oro o
plata en el hierro o acero con un pequeño martillo, siguiendo el boceto
previamente dibujado en la pieza con una cuchilla.
Ahora bien, actualmente en función de los dibujos y la
técnica, podemos encontrar hasta 3 estilos de damasquinado:
-El árabe que es el más artesanal y genuino, que como he
dicho consiste en resaltar con buriles el hilo de oro o plata.
-El renacentista, introducido en el Siglo XVI, cuya
peculiaridad es incorporar diseños
relacionados con la naturaleza: florales y animales.
-El de vistas, desarrollada en el siglo XX y cuya
características es representar un dibujo grande (la ciudad de Toledo, el cuadro
del entierro del señor de Orgaz o motivos quijotescos y costumbristas). La
técnica consiste en incrustar una gran chapa de oro, a partir de la cual el
artesano cincela las formas con el buril, creando diferentes y bonitos efectos.
Actualmente Toledo es la Meca del damasquinado en el mundo.
Hay muchas industrias que se dedican a la fabricación de damasquinos, pero
todavía quedan muchos artesanos, cuyos trabajos son mucho más vistosos.
Curiosamente, los toledanos compran muy poco damasquino, y las mayores ventas
se llevan a cabo a través de los souvenir que adquieren los turistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario