Turistear por Toledo o cualquier
ciudad requiere en la mayoría de las ocasiones mirar hacia arriba. De esta
forma nos encontraremos con muchas señales en las paredes que nos hablan de lo
que ocurrió en el pasado, a veces para no repetirlo nunca más, otras veces para
comprender el presente.
Veamos que mensajes se esconden en
estos muros de piedra. Para ello recorramos las venas, arterias y capilares que
forman las calles de esta enigmática y vieja ciudad:
-VÍTORES. En la Edad Moderna se extendió una costumbre por parte de los estudiantes, consistente en pintar en las paredes de edificios emblemáticos de la ciudad el nombre de la persona que obtenía el título de doctor, junto a un símbolo de procedencia romana: “el vitor”.
-VÍTORES. En la Edad Moderna se extendió una costumbre por parte de los estudiantes, consistente en pintar en las paredes de edificios emblemáticos de la ciudad el nombre de la persona que obtenía el título de doctor, junto a un símbolo de procedencia romana: “el vitor”.
El Vítor es un anagrama de color rojo que se puede
traducir como “¡viva!”. Los estudiantes usaban pigmentos de origen animal o
vegetal y ponían la palabra Don seguida de su nombre y a continuación el Vitor.
Son signos urbanos que trasladan al presente los pasados laureles académicos.
Este tipo de grafitis
tuvieron su origen en la Universidad de Salamanca y se extendieron por otras capitales
españolas y de América del Sur. En Toledo hoy en día los podemos ver en la catedral,
frente al Teatro Rojas, o en las puertas del Cambrón y Bisagra.
CORACHAS. Son los muros que salen
perpendicularmente a la muralla de Toledo. El objetivo era salvaguardar el suministro
del agua del Tajo cuando la ciudad era sitiada. También tenía la función de resguardar
el acceso a los puentes en caso de asedio, como en el caso de las corachas de
los Puentes de San Martín y Alcántara.
En ocasiones esta coracha llegaba
hasta una torre emplazada junto al acceso al río (torre albarrana). Esto
permitía a la población abastecerse de agua protegidos cuando eran cercados.
ATAURIQUES. Son riquezas
decorativas preciosas utilizadas por los islámicos, y copiadas por judíos y
cristianos. Se basan en la representación estilizada de motivos vegetales, a
veces acompañada de escritura cúfica. Pueden estar realizados en yeso, azulejos
o en madera.
Aunque suelen estar decorando el
interior de las viviendas, para ser disfrutados sólo por los dueños, en Toledo
se pueden localizar en el exterior como el que podemos ver en la foto en un edificio
de la Plaza de la Cruz. El ataurique es la decoración que hay en el perímetro
del dintel, es decir en el perímetro de la madera que hay encima de la puerta. También
se puede observar en el techo de madera de la Casa del Temple.
MECHINALES: Son agujeros que
podemos distinguir en las paredes de algunos edificios. Su origen es el
siguiente: cuando se levantaba un edificio, se hacía un agujero donde se
introducía una viga de madera en horizontal para construir un andamio o una
cimbra.
Una vez que el edificio estaba terminado se retiraba el andamio,
quedando sólo estos agujeros, a los que se denomina mechinales. Se aprecian muy
bien en la torre de la iglesia de Santo Tomé o en la iglesia de San Sebastián,
aunque en Toledo hay cientos de ellos. Actualmente, muchos de ellos son
ocupados por palomas.
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