domingo, 27 de septiembre de 2020

LA PICOTA O ROLLO DE JUSTICIA.

¿QUÉ ES? Un poste de piedra que tiene una especie de gradas o escaleras en la base, a continuación una columna, encima un capitel y puede estar rematado por cadenas, garfios y otros elementos decorativos. Está realizado en piedra.

¿SON LO MISMO? En unas localidades lo llaman rollo, en otras se les da el nombre de picota y en otros lo denominan de las dos formas.

Se podría decir que la picota es un símbolo de ajusticiamiento, para llevar a cabo la ejecución de los condenados por la justicia. Se les ataba al poste para el escarnio y vergüenza pública. En muchas ocasiones como en Toledo eran ahorcados, quemados o colgados de garfios hasta su muerte.

El rollo, que es el mismo elemento arquitectónico que la picota, sólo se permitía colocar en aquellas localidades que tenía el título de villa o pueblo. Era un símbolo de poder y lujo para un pueblo, pues de esta forma tenían autonomía para impartir justicia. Sólo se podía construir si tenían autorización del rey.

¿CUÁNDO APARECIERON? En España tuvieron su mayor auge en los siglos XVI y XVII, sobre todo en la Meseta Castellana y en Madrid. Estos rollos se alzaban en la plaza central, aunque también es frecuente verlos a las afueras de las localidades.

En el siglo XIX se dictaron Decretos para su destrucción total, pues eran considerados símbolos de opresión. En muchos pueblos sobrevivieron porque no se llegaron a conocer esos Decretos, aunque se fueron deteriorando por su abandono. Hace algunos años, muchos pueblos intentan recuperarlos o reconstruirlos. Se conservan muy bien en algunos pueblos como Ocaña, Castillo de Bayuela, Guadamur, Parrillas, Casarrubios del Montes, etc. Puedes ver las fotos, que no son mías, al final de este artículo.

LA PICOTA DE TOLEDO. Estaba situada en la Plaza de Zocodover. Hay textos escritos en los que se dice que aquí se ahorcaron a muchos ladrones hacia mediados del siglo XVI. En ocasiones de dos en dos. A veces eran ajusticiados por mandato judicial y otros por mandato de los propios alcaldes. Colocaban las cabezas en los garfios que tenían en la parte superior, para “dar ejemplo” al pueblo de lo que les podía ocurrir si no cumplían la ley, y sobre todo para disuadir a los ladrones.

EXPRESIONES. Actualmente utilizamos la frase “está en la picota”, para referirnos a una persona de forma despectiva, porque ha cometido errores y ha quedado en evidencia. Curiosamente, en el fútbol es muy utilizado cuando un entrenador está a punto de ser cesado.












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