Se le conoce hasta por 3 nombres. Puente Romano, pues su origen es de esta época. Puente Viejo, por ser el más antiguo que se conserva en la ciudad de los 3 que cruzan el río Tajo. Durante muchos años ha sido conocido como Puente de Santa Catalina, debido a que los molinos que había junto al puente, pertenecían al Monasterio Jerónimo de Santa Catalina.
Su origen romano se deduce por
los pilares que se descubrieron en el año 1990, cuando se quedaron al
descubierto debido al descenso del nivel del río. Se pudieron observar 8
pilares romanos.
Los 3 primeros corresponden a
los 3 arcos del actual puente, lo que es el primer tramo. Los otros 5 sillares que
no se ven continúan en línea recta hasta la isla que se encuentra enfrente. Algunos
aparecieron bajo las arenas de los islotes, ocultos por los sedimentos.
Estos sillares están bien
tallados, tienen más radio, la base es triangular y contienen en su interior
argamasa, el antiguo cemento romano. En algunos incluso se conserva el
principio del arco.
A partir del tercer arco,
denominado arco de las armas debido a que tiene labrado un pequeño escudo en
piedra blanca, los pilares de los demás arcos medievales tienen una estructura
circular, sin tallar, de menos radio y sin argamasa.
Su estructura romana inicial, fue
sufriendo muchísimas remodelaciones. El trazado recto se cambió probablemente
en el siglo XIII, llevándose a cabo el quiebro que ahora se puede observar,
construyendo los ojos que podemos ver en el segundo tramo del puente.
Las razones de este cambio de
trazado pudieron ser debidas a que de esta forma el puente ofrece menos
resistencia a la corriente, con lo que sería más difícil su deterioro y erosión.
También se cree que pudo deberse a los deseos de los Jerónimos, para que sus
molinos estuvieran mejor comunicados.
Pero la remodelación más significativa,
y por la que se le puede considerar un puente medieval, es la que se llevó a
cabo a finales del S.XV, manteniendo más o menos el mismo aspecto que en la
actualidad.
Durante mucho tiempo estuvo
cerrado, hasta que en el año 2002 se acometió una gran reconstrucción del mismo,
haciéndolo transitable para peatones y bicicletas.
Durante este 2020 se está estudiando
por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha la propuesta del Ayuntamiento de
Talavera de la Reina, para adquirir la categoría de Bien de Interés Cultural
(BIC) con la categoría de monumento. De esta forma se podría invertir más dinero
para conservarlo y mejorarlo.
Como curiosidad decir que la
procesión del Cristo de los Espejos en Semana Santa para por este puente. El
recorrido está iluminado sólo por velas y se realiza en silencio.
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