De los apostolados que pintó El
Greco se conservan completos 3: uno en la Catedral de Toledo, otro en Oviedo y
un tercero en el Museo de El Greco de Toledo, que fue el último que pintó y del
que vamos a ver algunos detalles.
Se conoce por Apostolado al
conjunto de 13 cuadros del mismo tamaño, compuesto por 12 de sus apóstoles y 1
del propio Cristo. La realidad es que hay 2 apóstoles canónicos que se
sustituyeron por dos discípulos: San Pablo aparece en lugar de San Matías y San
Lucas en lugar de San Bartolomé.
Todos asoman sobre un fondo
neutro. Están colocados de tal forma que 6 apóstoles miran hacia la izquierda y
los otros 6 hacia la derecha. En el medio está Cristo pintado de frente y haciendo
la señal de bendición con las manos, como si se tratase de la última cena.
Cada apóstol lleva un atributo
personal, que en muchos de ellos alude al instrumento de su martirio. Por
ejemplo, San Pablo aparece con una espada en la mano derecha, arma con la que
fue decapitado. San Pedro sin embargo aparece con unas llaves en la mano,
representando las llaves del Reino de los Cielos. La Iglesia católica afirma
que Jesús se las dio a San Pedro, como signo de su superioridad sobre los demás
discípulos y apóstoles.
Aunque es difícil afirmarlo a
ciencia cierta, hay evidencias que muestran que algunos cuadros no se llegaron
a terminar y fueron acabados por miembros del taller de El Greco, concretamente
esto ocurre con San Mateo y San Andrés.
Si miramos con atención las
fotos que os dejo, observaréis que el pintor se centra en el apóstol aislado, representando
tres cuartos del cuerpo y sin añadir ningún elemento decorativo que nos
distraiga, resaltando en sus túnicas los colores vivos como el amarillo, rojo,
verde o rosa. A destacar el movimiento de sus manos y la expresividad de sus
miradas.
Aunque no se sabe con
exactitud, parece que este conjunto de cuadros los realizo El Greco en los últimos
10 años de vida, entre los años 1604 y 1614. Lo forman San Juan, San Felipe,
San Bartolomé, San Pablo, San Judas, San Andrés, Santo Tomás, San Mateo, San
Pedro, San Simón, Santiago el Mayor y Santiago el Menor y Cristo.
Cómo llego este conjunto de
cuadros al Museo de El Greco es algo que no está claro del todo, aunque cada vez
es más plausible la idea de que los lienzos fueron donados por un particular al
Asilo de pobres de San Sebastián, situado en el Hospital de Santiago. De aquí
se trasladarían con la desamortización de 1848 a lo que fue el monasterio de
San Pedro Mártir. Más tarde recabó en el Museo Provincial situado en San Juan
de los Reyes. A principios del siglo XX se trasladaron al Museo del Prado, que tras
ser restaurados volvieron a Toledo a su actual ubicación en el Museo de El
Greco.
Muy resumido os dejo algunas características de cada uno de los 13 lienzos que componen este Apostolado de El Greco.
Cristo.
La figura del Salvador se
presenta frontalmente, a la manera de los antiguos iconos, y apoyando su mano
izquierda en el globo del mundo. Es la única figura del Apostolado que mira de
frente al espectador, al contrario que los apóstoles, quienes miran hacia la
figura del Salvador y casi parecen conversar entre sí. La versión del Museo del
Greco se considera la más majestuosa de las que se conservan, y se encuentra
firmada. Tiene la mano derecha levantada haciendo el gesto de la bendición. Viste
una túnica rosa y paños azules, y su nimbo con forma de rombo lo distingue de
los Apóstoles.
San Bartolomé
La figura parece un espectro
con la mirada embaucada, envuelta en un ropaje blanco, lo que le da un efecto que
sorprende. En su mano derecha sostiene el cuchillo con que fue desollado y con
la izquierda, a sus pies, sujeta con una cadena al demonio cuyas tentaciones
venció.
San Andrés el Apóstol
Sostiene con su mano derecha
la llamada Cruz de San Andrés, cruz con forma de aspa con la que fue
martirizado. Tiene su mano izquierda alzada en un gesto indeterminado. Viste
una túnica azul y manto verde. El Apóstol tiene una apariencia sombría, algo incorpórea.
San Mateo
Sostiene un libro abierto en
su mano izquierda, y una pluma de ave en la derecha. Viste una túnica azul que contrasta
con los paños rosa. Da la sensación que la cara, barba, manos, manto y libro,
están inacabados.
Santiago el Mayor
Porta un bastón pequeño de peregrino
y mueve la mano derecha. Son preciosos los colores vivos de la túnica azul y el
manto verde, en contraste con el fondo de tonos castaños.
San Juan el Evangelista
Siempre se ha sospechado que San
Juan, el más joven de los apóstoles, fue el predilecto de Jesús. Quizás es uno
de los cuadros más bonitos de este Apostolado. Aquí aparece con un pequeño dragón
que representa el veneno, que no logró matarlo. Está vestido con un manto rosa,
realzado con luces blancas, sobre una túnica verde con reflejos amarillos.
San Judas Tadeo
Está representado como un anciano
y sujeta con ambas manos la alabarda de su martirio. Viste túnica azul y un manto
amarillo casi anaranjado. A resaltar la mirada de su ojo izquierdo.
San Pedro
Como es habitual aparece con el
pelo y la barba blanca. Lleva en su mano izquierda las llaves de San Pedro y la
derecha la tiene posada sobre su pecho. Viste túnica azul y manto naranja.
Santiago el Menor
Aquí aparece con un libro en
su mano izquierda. La mayoría de las veces aparece representado con el mazo de
su martirio o con un palo que solía llevar Esto ha hecho que sea difícil
identificarlo. Tiene gesto dialogante. La vestimenta es de color azul sobre
túnica amarilla.
San Felipe
San Felipe sostiene la gran
cruz de su martirio. Uno de los palos está cortado por el propio marco del cuadro. Viste manto amarillo sobre túnica azul.
San Pablo
Viste túnica verde con manto
entre rojo y naranja. En su mano derecha sostiene la espada con que fue
decapitado. En su mano izquierda tiene un papel con el principio de su Epístola
a Tito: "A Tito primer obispo ordenado de la iglesia de los
cretenses".
San Tomás
Se nos muestra con una lanza en
su mano izquierda, símbolo del martirio que sufrió por parte de sacerdotes
hindúes. El santo está representado con un manto azul apagado sobre una túnica
con color rojo anaranjado.
San Simón
Identificar a este apóstol fue
difícil, al aparecer con un libro abierto como San Mateo, se supone que para
dar profundidad al cuadro. Normalmente aparece con la sierra de su martirio. Su
ropaje está compuesto por unos paños amarillos sobre una túnica azul.
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