Situada a pocos pasos de la calle del Comercio nos encontramos con la Calle de Santa Justa. En menos de 3 minutos pasamos de un Toledo bullicioso impregnado de turistas a un Toledo medieval y silencioso.
Al pasear por esta calle nos
encontramos con un precioso arco de herradura de época califal fechado en el
siglo X y sostenido sobre lo que fue una pilastra visigoda convenientemente
decorada.
Observando con atención podemos ver
una inscripción de época musulmana en escritura cúfica (árabe) donde se alude a
la consagración de la iglesia. Está situada en la facha de la iglesia de las Santas
Justa y Rufina, junto a la puerta de entrada. Son once líneas de las que son
legibles nueve.
También se puede apreciar otras 2
placas en esta calle: una situada en una casa particular que nos recuerda el
origen mozárabe de una familia, y otra dedicada a Benito Pérez Galdós, vecino insigne
de la calle.
En otros tiempos todo este barrio era
una zona comercial, donde podíamos encontrar los negocios de los drogueros,
perfumista o especieros. Imaginad el extraordinario color y olor que tendrían
estas calles.
Por lo que respecta a la iglesia, hay
que recordar que es una de las cuatro iglesias mozárabes que todavía están con
culto en su rito en Toledo, junto con Santa Eulalia, San Lucas y San Sebastián,
cuyos templos subsisten.
Su edificación y origen es probable
que sea visigodo, atendiendo a los restos aparecidos en la última reforma del
año 1990 y a la existencia de Obispos. Seguramente con la dominación islámica
se impuso, tal y como ocurrió en otros lugares, la prohibición de repararlas o
edificarlas de nueva planta.
En el siglo XVI se realizaron varias reformas
en la iglesia, como dejar una sola nave con varias capillas, una preciosa
armadura en el techo de madera de estilo mudéjar y la puerta de entrada de piedra
con arco de herradura, obra de Alonso de Covarrubias. En esta reforma se cambió
de orientación y se encontraron restos de distintas épocas: visigodo, mudéjar,
gótico, renacentista y barroca.
Ya dentro hay una bonita pila
bautismal del siglo XVI decorada con una inscripción que la rodea. En su
interior hay otra más pequeña del siglo XVIII hecha de cerámica de Talavera,
decorada de azul, amarrillo y verde sobre fondo blanco.
Y como en Toledo casi todo está acompañado
de leyendas, deciros que las Santas Justa y Rufina, fueron dos jóvenes
sevillanas dedicadas al trabajo del barro y la cerámica, que fueron
detenidas y ejecutadas por un prefecto romano en torno al año 303 por no renegar del cristianismo. Si quieres
conocer la leyenda entera, tiene que navegar por mi blog aquí: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/search/label/LEYENDAS
Recordad que se llamaba mozárabes en
el siglo X a aquellas personas que NO eran de ascendencia claramente árabe pero
que convivían con los árabes, hablando su lengua, vistiendo como ellos y asimilando
su cultura.
Si quieres saber más sobre los
mozárabes y su rito, puedes visitar esta página de mi blog: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/search/label/IGLESIAS
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