El Tajo rodea Toledo y aún así desde la antigüedad la ciudad ha tenido muchos problemas para el suministro de agua. Tan cerca y tan lejos a la vez. Se llevaron a cabo distintos proyectos que funcionaron sólo durante algún tiempo.
La primera fuente que se puso en Toledo fue en el año
1863 en un lateral de la plaza del Ayuntamiento. Por fin, de un grifo salía
agua potable y de modo gratuito. La fuente fue bendecida por el Cardenal
Primado. Posteriormente se colocaron otras fuentes en diferentes barrios de la
ciudad, como la de Cabrahigos o la situada en la plaza del Padre Juan de
Mariana (fotos). Se llegaban a formar grandes colas que necesitaban de
la vigilancia de autoridades municipales para evitar disputas y algarabías por
el turno.
El agua que abastecía a estas fuentes procedía de una conducción de agua situada en la Pozuela, a las afueras de
la ciudad. Desde allí llegaba hasta unos depósitos ubicados junto a la iglesia
de San Román, desde donde surtían a las fuentes públicas de vecindad, instaladas
en plazas y calles de Toledo. Otro suministro se llevaba a cabo gracias a una
“casa elevadora” que llevaba el agua desde el Tajo hasta unos depósitos
situados en una explanada junto al Alcázar.
Todos estos abastecimientos fueron insuficientes y
desaparecieron por causas relacionadas con la mala calidad del agua, la escasez
del caudal, problemas económicos o guerras, hasta que en el año 1948 llegó el
agua corriente a toda la ciudad.
Siglos antes se abasteció a la ciudad con diferentes
mecanismos. De esta forma, los romanos construyeron en el siglo II la presa de
Alcantarilla en el pueblo de Mazarambroz, para traer el agua procedente del río
Guajaraz. El transporte del preciado líquido lo hicieron a través de
conducciones de agua, que tras 30 Km de recorrido llegaba a Toledo. Para
atravesar el Tajo se construyó un acueducto junto al Puente de Alcántara que lo
subía al Alcázar de Toledo.
Más tarde fue Juanelo Turriano quien construyó el
denominado “artificio de Juanelo” para subir el agua a la ciudad. Esta máquina
dejó de funcionar hacia 1617.Ya os conté todos los entresijos de este proyecto
en mi blog. Podéis verlo pinchado aquí:https://www.blogger.com/blog/post/edit/4825519099489599246/583059796365680739
Aún así, durante siglos, los aguadores, también
llamados azacanes (término árabe), transportaban el agua a las casas que lo
acumulaban en pozos y aljibes. El agua lo recogían en manantiales situados en
torno al río Tajo y lo trasladaban hasta el casco de Toledo con los borricos. Si
no podías pagar al aguador, estabas obligado a bajar al río a por agua tú
mismo.
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