miércoles, 18 de septiembre de 2019

CONVENTO DE LAS CAPUCHINAS.


FUNDACIÓN. Los miembros de la nobleza y la aristocracia, en los países cristianos durante las edades Media y Moderna, fundaban conventos con varios objetivos: la creación de un lugar donde ser enterrados, la búsqueda de influencia entre la aristocracia, la suntuosidad de riqueza, la preocupación por la salvación del alma del precursor y sus descendientes o el clima de espiritualidad y religiosidad que representaba el templo. Esto último es lo que ocurrió con el cardenal Don Pascual de Aragón, fundador de este convento.

Aunque en realidad, la idea de crear un convento de Capuchinas en Toledo se debió a doña Petronila Yáñez (viuda acaudalada). Lo solicitó a Madrid en 1631, cediendo para alojar a las religiosas unas casas de su propiedad. Las primeras monjas salieron del convento madrileño y permanecieron en diferentes casas toledanas hasta 1647.

Pero en 1647 un joven canónigo llamado Don Pascual de Aragón (descendiente directo de Fernando El Católico), quedó tan deslumbrado por el misticismo y forma de vida de las hermanas que decidió beneficiar su convento, comenzando por proporcionarles un lugar más grande.

Años más tarde, don Pascual de Aragón, que había sido virrey de Nápoles e inquisidor general,  comenzó a construirles el convento y la Iglesia siendo ya Arzobispo de Toledo. Las obras empezaron en 1666 y finalizaron en 1673. Al cabo de dos años a don Pascual le fue concedido  ser enterrado en el convento, así como el patronato imperecedero del convento, pudiendo incluso elegir sucesor.

RELIGIOSIDAD. Este convento está bajo la advocación de la Purísima Concepción. En el centro de su fachada podemos ver la imagen de la Inmaculada Concepción, una de las joyas del monasterio.

Estas monjas eran rigurosas en su clausura y sosegadas en sus actos. Vivían de limosna, la mayoría procedente de los cardenales, de la nobleza española, de reyes o príncipes. Esto les hizo estar en contacto con las personas más acaudalas e influyentes del país. Por esta razón, aunque su PATRIMONIO es bastante desconocido, puede decirse que es el más importante y el más rico de los instaurados en el siglo XVII. Actualmente este convento es una de las joyas desconocidas de Toledo.

En la iglesia del convento, los retablos son todos de mármoles y de bronces. En el siglo XVII en España los retablos se hacían de madera. Como los de este convento había muy pocos. Muchas esculturas son de Alessandro Algardi, después de Bernini, el artista más importante de este siglo en Europa. También encontramos muchos lienzos, cerámicas, marfiles, corales o relicarios. No me olvido del pequeño claustro de dos pisos, cuyos muros encalados están adornados por preciosas pinturas.

CIERRE DEL CONVENTO. En el año 2006 las Capuchinas que habitaban el convento se marcharon a Sevilla. El edificio fue ocupado entonces por Las Carmelitas procedente de la localidad leonesa de Grajal de Campos. En este año 2019 las 20 Carmelitas descalzas que quedaban se trasladaron al convento que su Orden tiene en Toledo fundado por Santa Teresa de Jesús, cerca de la Puerta de Cambrón, quedándose sin monjas el Convento de Las Capuchinas.

La razón de su “mudanza” se debe a que  las pocas Carmelitas Descalzas que lo ocupaban se marcharon a vivir  a otros conventos debido a su avanzada edad. De esta forma se impidió el cierre del convento de Santa Teresa de Jesús. Este es el tercer convento que se cierra en Toledo desde el año 2015, sumándose a los de Santa Clara y Santa Úrsula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario