OBJETIVO. Fue fundado por el arzobispo de Toledo y cardenal Juan
Martínez Silíceo en 1551, bajo el título de Nuestra Señora de los Remedios. Este
cardenal siempre contó con el apoyo de Felipe II, quien le tenía un gran cariño
por haber sido su maestro.
Su finalidad era convertir a las mujeres en cristianas y santas
esposas, enseñándolas a ser buenas amas de casa. Sólo eran admitidas aquellas
niñas nobles, pero no desde un punto de vista aristocrático, sino referido a la
pureza de sangre, es decir tenían que pertenecer a familias de cristianos
viejos sin antecedentes judíos ni musulmanes. Debían tener entre 7 y 10 años.
Algunas
de las mujeres eran propuestas por el arzobispo, procedentes de familias
humildes. Otras eran propuestas por el rey y provenían de familias nobles de
toda Europa. Cuando se salían del Colegio y se casaban recibían una dote.
Sin embargo, no se les daba absolutamente nada a aquellas que dejaban el
colegio para ser monjas.
La idea principal del Cardenal Silíceo era la formación de
madres de familia cristianas, con el fin de que propagaran esa educación en los
hijos que tuvieran durante el matrimonio. Para Silíceo la mujer era el pilar de
la familia cristiana y del orden en la casa. El Cardenal conocía la desidia del
hombre en la educación. Igualmente, consideraban que aquellas que entraban en
los conventos nada de tangible realizaban en favor de la sociedad, pues su
ejemplo quedaba sin influencia. En definitiva, no aspiraba incorporar vocaciones
religiosas sino formar buenas madres cristianas.
Con frecuencia se realizaron muchas visitas de inspección al
Colegio, con el objetivo de poner orden en la disminución de la disciplina y la
relajación en cuestiones administrativas, económicas y organizativas.
EL EDIFICIO. está situado en la Plaza Cardenal Silíceo,
cerca de la actual Consejería de Economía y Hacienda. En él se reunieron las
últimas Cortes que convocó Carlos V. Sufrió dos rehabilitaciones en los siglos
XVII y XVIII como consecuencia de su deterioro.
Entre 1900 y 1903 se amplió el colegio para alojar a 100
colegialas. Se utilizó un edificio próximo propiedad del Colegio, al otro lado
de la calle. Le tiraron entero y construyeron otro de estilo neomudéjar. Debido
a que entre los 2 edificios había una calle se instaló un cobertizo o pasadizo
elevado, que se diferencia de los demás cobertizos de Toledo al utilizar el
hierro fundido como material, todavía existente.
Posteriormente, el edificio principal se utilizó durante la
guerra civil como Hospital de Sangre. Desde 1994 es Residencia Universitaria
Femenina. En cuanto al segundo edificio, pasó a la Junta de Comunidades de
Castilla La Mancha y en él estuvo ubicada la Consejería de Educación,
primero y la Presidencia de la Junta posteriormente. En el año 1996 el inmueble
principal se declaró bien de interés cultural, con la categoría de monumento.
FACHADA PRINCIPAL. Tiene dos puertas: una da entrada al
colegio y la otra da entrada a la iglesia (donde podemos ver el imponente y precioso
sepulcro del Cardenal Silíceo). Las 2 portadas son barrocas clasicistas, tienen
columnas dóricas y aparece en ambas el escudo de armas del Cardenal, así como
el escudo real. Desde el año 2016 se puede visitar.
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