martes, 24 de septiembre de 2019

ESCENAS PORNOGRÁFICAS EN LA CATEDRAL

Si visitas la catedral de Toledo, y sabes dónde mirar, puedes observar en diferentes partes de este templo consagrado escenas atípicas, curiosas y algo subidas de tono.

Estas escenas se pueden ver por ejemplo en el coro, el cual fue realizado por Rodrigo Alemán a finales del siglo XV y primeros del siglo XVI. Concretamente en la sillería baja del coro (en las sillas más pegadas al suelo). Hay que fijarse específicamente en las misericordias.

Para quien no lo sepa, las misericordias son unos adornos de madera que se ponían en el coro, bajo los asientos de los clérigos. Los oficios duraban mucho tiempo, y había que levantarse en diferentes momentos del culto, y permanecer de pie. El asiento se subía y debajo hay un saliente del tablero donde se sentaban para apoyar las posaderas y descansar. Por eso se llaman misericordias.

¿Qué escenas podemos ver en estas misericordias? Una mujer cabalgando encima de su guapo enamorado, llevándole con unas riendas. Varios jóvenes desnudos, entrelazados unos con otros. Un fraile con orejas de burro predicando, que puede representar una burla hacia los sacerdotes y sus sermones.

Otras escenas llamativas la podemos encontrar en el coro alto. Hay una Eva que talló Berruguete, y que representar a una mujer desnuda en toda su grandiosidad. También hay otra escena que es un sacerdote contemplando a una mujer mientras se baña.

¿Quién esculpía estas escenas? Probablemente eran obras escultóricas de los expertos menores contratados por los grandes artistas, incluso sus propios discípulos. Los grandes virtuosos como Borgoña o Berruguete se encargaban de las escenas principales, las más vistosas y que estaban a la vista. Los demás se encargaban de las escenas de carácter mundano.  Hay que tener en cuenta que tenían poco tiempo para hacerlo, y necesitaban muchas manos para trabajar.

Si miramos hacia las vidrieras, podemos contemplar la escena de un hombre y una mujer dentro de una cama, mientras una muchedumbre de gente golpea la puerta, como si hubiesen descubierto un adulterio. Igualmente, otro hombre bien parecido aparece subiendo por una escalera a lo alto de unos ventanales donde le espera una monja con su hábito.

Por último, en la parte de atrás del coro, en el trascoro (junto a la capilla de la Virgen de la Estrella), aparece un hombre que podría estar violando a una mujer, echada sobre ella, besándola o mordiéndola el cuello. Quizás sólo era su amante.

¿Cómo se permitían estas escenas en una  iglesia católica y religiosa?  Se apunta a varias teorías, aunque lo más probable es que lo que ocurriera es que las autoridades laicas no se fijaban en esas cosas.

Hay que pensar que en realidad son escenas de la vida cotidiana, costumbristas, que aparecen en la propia biblia. Además, en aquella época era muy normal que se mezclase lo sagrado con lo profano, lo celestial con lo humano. Este tipo de cosas se trataban con más normalidad. Fue luego más tarde cuando empezaron a ser prohibidas.

También hay quien piensa que no son nada más que representaciones de los pecados de lujuria, avaricia, gula o vanidad. Cada cual puede hacer volar su imaginación y su interpretación. Sea como fuere, no dejan de ser obras de arte, no deja de ser historia, independientemente de su contenido.

Dentro de la biblia también aparecen este tipo de representaciones, y otros artistas en diferentes épocas, hicieron en las catedrales y otros edificios religiosos estas escenas atípicas para un lugar religioso y cristiano. Escenas que, de alguna forma, nos podemos encontrar en nuestra vida.








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