martes, 24 de septiembre de 2019

LA ÚLTIMA SINAGOGA QUE SE CONSTRUYÓ


Nos situamos en el año 1355. Reinaba en Castilla Pedro I. Los judíos estaban todavía muy bien vistos por la nobleza y el rey, pues habían apoyado política y económicamente a Pedro I en la guerra que mantuvo con su hermano Enrique de Trastámara, en la que recuperó la ciudad de Toledo.

Hacia mitad del siglo XII se habían escrito “Las Partidas de Alfonso X”, donde se prohibía la construcción de nuevas sinagogas en el Reino de Castilla, con el objetivo de controlar la expansión de las religiones minoritarias. Sin embargo, estos libros establecían que podía haber excepciones a la norma.

Un famoso judío toledano llamado Samuel-ha Leví era por aquella época consejero y tesorero de Pedro I. Gracias a la excepcionalidad articulada en “Las Partidas de Alfonso X”, Samuel-ha Leví convenció al rey para que le permitiera la construcción de una Sinagoga, que fuera la capilla privada de su enorme palacio, situado en lo que actualmente es el Museo del  Greco, en la zona del Paseo del Tránsito, en pleno antiguo barrio judío, junto al río Tajo.

De este enorme palacio sólo ha sobrevivido la Sinagoga, la más bella y  mejor conservada en el  mundo medieval. En aquella época había 10 sinagogas en Toledo, de las cuales sólo han llegado a nuestros días 2: la de Santa María la Blanca y la de Samuel-ha Leví. En total quedan en la Península Ibérica 6 Sinagogas.

La Sinagoga de Samuel He Leví, ahora conocida como Sinagoga del Tránsito, se construyó entre 1355 y 1357. Años después, con la expulsión de los judíos en el año 1492, esta Sinagoga es cedida por los Reyes Católicos a la Orden Militar de Calatrava, los cuales la convirtieron en iglesia, hospital, asilo y finalmente ermita. Después de la desamortización, hacia el año 1877, es declarado Monumento Nacional, empezándose a realizar las primeras reformas y restauraciones.

Características actuales de la sala de oración de la Sinagoga:

-          Tiene una sola sala rectangular de 23 metros de largo, 9 de ancho y 17 de largo, con dos plantas: en la de abajo se realizaba el rito litúrgico, y en la superior hay una galería con 5 ventanas, donde se ponían las mujeres ocultas de los hombres por celosías para escuchar el culto.

-          El conjunto del edificio sigue el sentimiento de los pueblos orientales de “horror vacui” (miedo al vacío), lo que hace que la construcción sea muy simple y austera por fuera, y muy rica y decorativa en el interior.

-     El techo está formado por un gustoso artesonado de madera de pino que lleva incrustaciones de marfil y adornos pintados.
     La decoración de la sala está ligada a los preceptos aniconistas de la religión hebrea, por los que no pueden existir ni iconos, ni figuras de hombres o animales. De esta forma, todos los muros están realizados a base de yeserías mudéjares labradas en las que aparecen: los escudos de Castilla y León, decoración vegetal y geométrica, así como muchas epigrafías: frases a lo largo de las paredes que exaltan y alaban las figuras del rey Pedro I, de Samuel-ha Leví, de su arquitecto e inscripciones bíblicas relacionados con Yahveh.

-          En el mismo espacio que la Sinagoga se encuentra el Museo Sefardí, compuesto por varias salas y patios, donde se muestran exposiciones sobre la historia de los judíos: su vida, religión y festividades.

Muchas gracias a todos los que me leéis, a los que me hacéis comentarios halagadores y a los que cuando os veo me agradecéis lo que publico. Muchas gracias a mi familia,  amigos de antes, amigos de ahora y conocidos que os gusta la historia.



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