PUERTA DEL SOL EN TOLEDO.

Esta preciosa puerta la podemos ver al cruzar la Puerta de Bisagra. Subimos por la calle hacia Zocodover y aparece majestuosa a nuestra derecha.

CONSTRUCCIÓN. Es una de las entradas más antiguas a Toledo. Hacia el siglo X, en sus orígenes, era una torre albarrana que protegía el acceso a la ciudad. Esta fortificación se construyó cuando Toledo era una Taifa musulmana, como se puede inducir por sus arcos de herradura interiores. También podemos encontrar restos romanos.

La edificación de la puerta se llevó a cabo a finales del siglo XII. Era considerada uno de los pasos mejores defendidos de la época y la puerta por donde accedían los personajes más ilustres que visitaban la ciudad. Debido a las continuas guerras civiles entre los reyes cristianos, se tuvo que reconstruir casi completamente en el siglo XIV, mostrando el aspecto que ahora podemos ver.

Aunque conservó la forma militar, su empleo cambió y pasó a ser más un arco triunfal que de defensa. En época medieval las puertas de acceso a las urbes tenían un señalado carácter social y simbólico.

En el año 1785 se amplió la calle paralela a la puerta y se erigió un muro para definir la subida a la Plaza de Zocodover. Esto hizo que pasase de ser un acceso indispensable a la ciudad, a ser una puerta ornamental.

ORNAMENTO. La construyeron los Caballeros Hospitalarios. La entrada es en forma de arco de herradura, que a su vez está enmarcado en otro arco más alto, también de herradura pero apuntado. Si observamos la foto se ve que está construida a base de piedra, sillería y mampostería. Las almenas y las bonitas arcadas lobuladas enlazadas de la parte de arriba son de ladrillo.

Su nombre original no fue Puerta del Sol. Cuando se construyó, y durante muchos siglos, se la conoció como puerta de la Herrería, debido a que en ese barrio desarrollaba su actividad el gremio de los herreros. No fue hasta el año 1752 cuando aparece en el catastro con el nombre de Puerta del Sol.

NOMBRE. Este nombre es debido al Sol que está representado sobre un escudo triangular en el medallón central junto a la Luna. Debajo del sol y la luna se observa el milagro de la imposición de la Casulla a San Ildefonso por parte de la Virgen María. Arriba se ve la representación de la negación de San Pedro.

Por encima de este medallón, en el centro de los arcos ciegos, hay un pequeño busto clásico, correspondiente a los restos de un sarcófago paleocristiano del siglo IV.

En 1921 se declaró Monumento Nacional, al igual que el resto de puertas y murallas de Toledo.