martes, 24 de septiembre de 2019

PUERTAS DE LA MURALLA DE TOLEDO: FUNCIONES A LO LARGO DE LA HISTORIA.

Toledo ha tenido una muralla desde la época romana. Con la conquista de los visigodos tuvo que ser reconstruida por el rey Wamba en el 674. La actual es de origen árabe, aunque tiene algunos restos. Posteriormente, el rey Alfonso VI en el año 1085, con la conquista de la ciudad a los musulmanes, termina las obras de la muralla.

El recinto amurallado ha contado siempre con diferentes puertas de entrada a la ciudad. Estas puertas tenían diversos objetivos, llegando a desarrollar hasta 5 funciones:

-FUNCIÓN DEFENSIVA: tanto las puertas de acceso a través de los puentes, como las demás puertas de acceso a Toledo,  son grandes fortificaciones con el objetivo de defenderse de ataques e invasiones enemigas.

Estas defensas solían contar con dos grandes y robustas puertas (una externa a la muralla y otra interna), una reja de hierro tipo en el centro y gran espacio protegido en el interior del fortín, lo que hacía su acceso casi inexpugnable.
Debido a la evolución de las técnicas militares y a la aparición de armas más avanzadas, la utilidad como fortificación defensiva se fue perdiendo.

-FUNCIÓN ORNAMENTAL: los reyes, señores y nobles que habitaban la ciudad, construían la muralla y sus puertas lo más artísticamente impecable que les permitían los tributos que recogían, con el objetivo de hacer la ciudad más noble, más bonita, más lujosas, como demostración de fuerza, poder e independencia política.

-FUNCIÓN DE CONTROL: en cada puerta de entrada siempre ha habido apostados soldados, que se ocupaban del control de entrada y salida de personas a la ciudad: ladrones, contrabandistas, prostitutas, conspiradores, espías, asesinos y demás ciudadanos perniciosos tenían prohibida la entrada a estas ciudades. Por ejemplo la actual puerta de Cambrón, durante muchos años se llamó la Puerta de los Judíos y era el acceso de entrada y salida de los ciudadanos judíos que vivían en Toledo.

-FUNCIÓN TRIBUTARIA: en una época muy extensa en el tiempo, todo aquel ciudadano forastero que cruzaba las puertas de la muralla de Toledo, con el objetivo de vender alguna mercancía o animales en las diferentes fiestas y mercados de la ciudad, tenía que pagar un impuesto denominado portazgo (pontazgo si se accedía a través de uno de los puentes que comunicaban con la ciudad).

Este impuesto en ocasiones era eliminado por los reyes mediante privilegios, bien con el objetivo de repoblar la población, pagar alguna deuda o para favorecer a algunos grupos de personas como los peregrinos o grupos de ciudadanos protegidos. En la Puerta de Bisagra podemos observar una placa que eximía de este portazgo a los que vivían en la comarca de los Montes de Toledo y su jurisdicción (ver placa en la foto).

-FUNCIÓN TURÍSTICA: con el tiempo todos estos desempeños desaparecieron, manteniendo las puertas actualmente una función turística y de conservación de nuestra maravilloso legado histórico.

Estas utilidades en muchas épocas se han solapado, sobre todo en el Edad Media, donde servían como defensa, recaudación de impuestos y control de entradas y accesos a la ciudad, incluso dentro de los propios barrios de las diferentes culturas existentes. El recinto judío tuvo su propia muralla.

Las puertas han sufrido muchísimas remodelaciones y cambios de nombre a lo largo del tiempo. En otras publicaciones veremos con más detalla la historia de alguna de las famosas puertas actuales de entrada a la ciudad.




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