martes, 24 de septiembre de 2019

TOLEDO, ROMA Y SUS COLINAS


Desde hace muchos siglos se ha comparado a Toledo con Roma. Algunos escritores como Tirso de Molina o Gustavo Adolfo Bécquer también hacían referencia en algunos de sus libros a esta circunstancia.

Siempre se creyó que esta semejanza era debida a que tanto Roma como Toledo tienen 7 colinas en la ciudad. Estudios recientes han medido y comprobado que en realidad en Toledo se debe hablar de 9 colinas y no de 7.

Lo cierto es que estas similitudes con Roma eran de otra índole. Es más probable que estos  escritores y otros estudiosos llamasen a Toledo “la Roma española”, por  la importancia del catolicismo en Toledo, por ser la capital primada de España, por tener un río que las recorre y las da carácter, porque por ella han pasado multitud de civilizaciones importantes o por ser durante muchísimos años la ciudad con más edificios religiosos.

Tampoco hay que olvidar los restos que la civilización romana dejaron en Toledo durante los 6 siglos que habitaron en esta ciudad: el anfiteatro, el templo de Diana, el circo, un puente, un acueducto, calzadas, murallas, termas, mosaicos, cloacas y villas. Aunque quedan pocos o ningún resto de estas construcciones, muchos de sus sillares forman parte de la actual muralla, castillo, palacios y conventos de la ciudad toledana.

Pero, ¿por qué son 9 y no 7 las colinas?: primero hay que distinguir entre colina y cerro. Mientras colina es un lugar elevado desde el cual podremos descender en cualquier dirección que tomemos, el cerro es un lugar por el que no podemos descender en cualquier sentido. Partiendo de esta premisa, los especialistas concluyen que son 9 las elevaciones que reúnen esta circunstancia.

Ahora hay que preguntarse: ¿cuál es la colina más alta de Toledo?. Hay que tener en cuenta que para hacer una medición topográfica, hay que imaginarse a Toledo sin edificios, y hacer el cálculo de su altura desde la roca madre, sin tener en cuenta la altura del edificio en sí mismo.

Con todos estos datos se puede afirmar que la colina más alta de Toledo se encuentra en la iglesia de San Román (548 metros), seguida muy de cerca por el propio Alcázar de Toledo. Durante muchos años se creyó que la colina donde está situado el Alcázar era la mayor, pero al construirse el Museo del Ejército en su nueva ubicación, se descubrió que la antigua alcazaba de los Trastamara, situada encima de la roca madre, tiene una cota inferior a la roca madre de la iglesia de San Román. Lo que dio lugar a este error de cálculo en su cota real, fue que el Alcázar al construirse, fue elevado de forma artificial sobre las defensas más antiguas.

Sí se puede afirmar, sin lugar a dudas, es que estas dos zonas más altas de la ciudad, durante la época en que Toledo fue ocupada por los romanos, eran los puntos desde los que se distribuía el agua por la ciudad. El acueducto romano llevaba el agua desde un pueblo cercano llamado Mazarambroz hasta el Alcázar. Y desde donde está situada la iglesia de San Roma se distribuía el agua por la otra parte de la urbe.




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