El peñón de Toledo contiene bajo su
superficie un inmenso hormiguero compuesto por cuevas, baños, aljibes, pozos y
estructuras diversas correspondientes a las múltiples civilizaciones que han
habitado en la ciudad a lo largo de los siglos. El Consorcio de Toledo lleva a
cabo desde hace varios años la reforma y descubrimiento de estos sitios,
sacándoles a la luz y dándoles a conocer.
El recinto que está dentro de la muralla
ocupa tan sólo 88 hectáreas, con lo que las diferentes civilizaciones edificaron
sus viviendas hacia arriba, unas encima de otras, aprovechando los restos que
iban dejando otros pueblos. Esa es la razón por la que al excavar nos
encontramos con las diferentes culturas que han pasado por Toledo.
CUEVAS. Son enormes cavidades formadas
por galerías, túneles y pasadizos laberínticos que se comunican unos con otros.
Estas cuevas tuvieron diferentes funciones: como escondite de malhechores, para
llevar a cabo prácticas de nigromancia, magia, alquimia o superchería; como bodegas
y almacén de alimentos debido a su temperatura constante, e incluso como vía de
escape hacia el río en caso de ser atacada la ciudad.
En Toledo nos encontramos cerca del Alcázar con
la enorme cueva de San Miguel. Los investigadores, historiadores y arqueólogos
no saben concretar la época en que se construyeron estas cuevas, pues la dureza
de la roca es tan grande que no se comprende como civilizaciones tan antiguas
pudieron horadarla.
Se piensa que pudiera ser construida por los
romanos como mazmorras. El actual Alcázar era el Pretorio romano. Esta cueva tiene algunas cavidades que tienen partes
tapiadas, que se sospechan que si se derrumbasen continuarían.
Actualmente estas cuevas son visitables, y
los cables que iluminan el recinto están cogidos con yeso, debido a las
dificultades para taladrar las paredes. Se dice que es un espacio telúrico,
pues las baterías se quedan al 0% al entrar o incluso los móviles se apagan y
se enciende sin ninguna explicación.
Hay muchísimas más en la ciudad. Cabe
destacar la de Mocejón, un pueblo cercano a Toledo, donde se encuentran las
inmensas cuevas de Higares, o las cuevas de la casa del Greco, donde se
aprecian diferentes niveles.
BAÑOS: En todas las civilizaciones que han
pasado por Toledo, excepto la cristiana, el baño era considerado el reflejo de la
grandiosidad de la colectividad que cumplía los preceptos religiosos
ineludibles de purificación antes de las oraciones. También era considerado un
lugar dedicado a la higiene, el ocio, el deporte, la relajación y como punto de
encuentro para socializarse y hacer negocios.
De esta forma en Toledo no encontramos con
los baños del caballel, del cenizal o de tenerías, correspondientes a los hammām
o baños musulmanes. Están muy cerca de la catedral, la antigua gran
mezquita de los musulmanes, de ahí la presencia de estos baños, para llevar a
cabo la ablución y purificarse antes de entrar a orar.
Por supuesto, nos encontramos con termas,
conducciones y cloacas, perteneciente a la red hidráulica de los romanos. De
esta época encontramos las cuevas de Hércules que son unas cisternas romanas en
el subsuelo, así como la tremenda red de canalizaciones de agua situados en los
sótanos de Hacienda y las propias termas romanas.
CASAS. Podemos ver una casa de origen judío,
donde se encuentran los milvé o baños judíos, utilizados para las abluciones y
purificaciones del cuerpo. En esta casa también podemos observar una viga del siglo XIV muy bien conservada que contiene la estrella de David.
Otra de origen islámico con dos manos de Fátima grabadas en la piedra, columnas islámicas y un singular pozo.
Otra de origen islámico con dos manos de Fátima grabadas en la piedra, columnas islámicas y un singular pozo.
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