La comunidad hebrea utiliza los baños como un lugar muy importante, cuyo objetivo
es la purificación espiritual, que se realiza a través de un baño ritual por sumersión
completa del cuerpo en el agua. Así lo establece la Ley Judía. A estos baños se
les denomina MIKVE.
Pueden ser usados tanto por mujeres como por hombres, aunque actualmente
solo las mujeres tienen la obligación de utilizar la Mikve en forma ritual, los
7 días posteriores a la terminación de la menstruación. Hay hombres que
solo utilizan este ritual del baño en la víspera del día al que los judíos
llaman día del perdón, considerado el día más sagrado y más solemne del año. Su
contenido principal gira en torno a la expiación y la reconciliación.
Este día de la Expiación se celebra en el séptimo mes judío, entre los meses de septiembre y octubre, con la llegada del otoño. Durante este día la comida, la bebida, el baño o cualquier tipo de limpieza corporal como el lavado de dientes, la utilización de cuero, el untamiento de cremas o bálsamos en el cuerpo y las relaciones conyugales están prohibidos. El ayuno empieza en el ocaso y termina al anochecer del día siguiente.
Otro de estos baños lo suelen realizar las novias judías antes de casarse. En algunas comunidades judías también el novio acostumbra a purificarse antes del matrimonio. Además, también se llevaba a cabo durante el embarazo o tras el parto. Los varones muy ortodoxos suelen purificarse en el mikvé antes del Sabat.
Es la ley judía donde se dice quiénes deben utilizar estos baños rituales y en qué momentos. Algunos se siguen realizando en la actualidad y otros, como bañarse después del sacrifico de un animal, son tradiciones que se han perdido y no se realizan.
El agua que se emplea para llevar a cabo este rito tiene que ser de origen natural: el agua procedente de un arroyo, un manantial o de la lluvia. Nunca puede ser agua estancada ni tratada, para no perder su poder purificador. Al igual que el agua del bautismo para los cristianos, el que se utilizaba en estas ceremonias judías es considerada un bien de origen celestial. En definitiva, el agua devolvía la pureza perdida, y procuraba la recuperación de la armonía vital.
Otro de estos baños lo suelen realizar las novias judías antes de casarse. En algunas comunidades judías también el novio acostumbra a purificarse antes del matrimonio. Además, también se llevaba a cabo durante el embarazo o tras el parto. Los varones muy ortodoxos suelen purificarse en el mikvé antes del Sabat.
Es la ley judía donde se dice quiénes deben utilizar estos baños rituales y en qué momentos. Algunos se siguen realizando en la actualidad y otros, como bañarse después del sacrifico de un animal, son tradiciones que se han perdido y no se realizan.
El agua que se emplea para llevar a cabo este rito tiene que ser de origen natural: el agua procedente de un arroyo, un manantial o de la lluvia. Nunca puede ser agua estancada ni tratada, para no perder su poder purificador. Al igual que el agua del bautismo para los cristianos, el que se utilizaba en estas ceremonias judías es considerada un bien de origen celestial. En definitiva, el agua devolvía la pureza perdida, y procuraba la recuperación de la armonía vital.
Los lugares donde estaban ubicados en Toledo estos Mikves suelen ser
sótanos, en un nivel por debajo de la calle, para poder llevar el agua
fácilmente desde los tejados, o bien para poderlo obtener de un manantial
subterráneo. También solían tener una claraboya en el techo, quizás para que
pudiera pasar la luz y para recoger el agua de la lluvia.
En el barrio judío de Toledo se han podido localizar e identificar varios
baños:
- Los situados en la casa de Samuel ha-Levi. Lo que actualmente son los
subterráneos o cuevas ubicadas en el Museo del Greco. Casi con seguridad que en
un principio fueron de uso particular y, más tarde, de uso público.
- Baño de la sinagoga de Samuel ha-Levi, localizado bajo el actual Museo
Sefardí en la Sinagoga del Tránsito.
- Baño de la calle del Ángel. Probablemente fuese primero un baño árabe,
reutilizado posteriormente como baño judío. Se cree que estuvo vinculado a una
mezquita cercana desaparecida, denominada Mezquita de Ben Shoshan.
- Hay otros baños que se han localizado debajo de algunas casas y garajes
particulares, normalmente junto a aljibes o vías de aguas subterráneas. Por
ejemplo el baño de la Casa del Judío.
Con el paso del tiempo, sobre ellos se han construido viviendas. En
ocasiones han sido reutilizados como sótanos, garaje o almacenes. Sólo podemos
apreciar algunas bóvedas de ladrillo, los arcos, las columnas, trazas de muros
y de adoquinados.
Junto con los baños de Zaragoza, Besalú y Gerona, los restos de baños
judíos de Toledo son, por ahora, los únicos que se conservan en España.
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