viernes, 13 de noviembre de 2020

LA LEYENDA DE CLOTILDE EN TIEMPOS VISIGODOS.

El Reino Visigodo en la Península se extendió desde mediados del siglo V hasta comienzo del siglo VIII. Muchos son los reyes que gobernaron durante estos años.

Desde el punto de vista religioso, hasta el año 587 la religión que profesaban los visigodos en la península era el arrianismo. Fue en ese año cuando el rey Recaredo decidió bautizarse e implantar el catolicismo como religión oficial.

Aunque hasta aproximadamente el año 576 Toledo no fue la capital del reino visigodo, podemos situar esta leyenda en el Alcázar de Toledo hacia el año 531, pues en ocasiones era residencia ocasional de los reyes, cuando visitaban Toledo.

Clotilde fue la esposa del rey visigodo Amalarico que reinó desde el año 511 al 531. Por intereses políticos se casó con Clotilde, que era una hermosa mujer, muy católica y hermana de reyes francos.

Para poder casarse, Clotilde fue obligada a bautizarse como arriana. La realidad es que siguió practicando el catolicismo a escondidas de su marido.

Amalarico intento primero con promesas, amor y buenas maneras convencer a Clotilde para que abandonase el catolicismo. Al no convencerla, recurrió en muchas ocasiones a la violencia y a los insultos contra su esposa.

Cuenta la leyenda que un día que la sorprendió rezando con un crucifico en la mano, la dio una paliza y la dejó tirada en el suelo maltrecha y ensangrentada.

Un joven caballero franco llamado Watario fue testigo de lo sucedido. Este joven fue mandado por los hermanos de Clotilde para que la acompañara y protegiera. Watario estaba perdidamente enamorado en secreto de Clotilde. Al verla así la ofreció un pañuelo blanco para que se limpiase la sangre.

Sufriendo por la violencia continua que sufría su amada a manos del rey visigodo, decidieron que el joven francés llevaría el pañuelo ensangrentado a los reyes francos, hermanos de Clotilde, como prueba de lo desgraciada que era su hermana y de los ultrajes que sufría a manos de su marido.

Tras varios días viajando por la Galia, Watarico informó a los reyes francos sobre los sufrimientos que el rey visigodo infringía a su hermana. Los 4 reyes galos reunieron un ejército de 30.000 hombres y llegaron hasta España para liberar a Clotilde.

Durante la batalla Amalarico huyó, pero traicionado por uno de los suyos, los hermanos de Clotilde dieron con él. Como castigo por la violencia causada a su hermana, decidieron ponerse un guante de acero cada uno, y le abofetearon hasta darle muerte.

Clotilde regresó a Francia liberada de su esposo y su violencia. La acompañaba Watario, quien siguió amándola en secreto, guardando como un tesoro el pañuelo ensangrentado que le ayudó a liberar a su amada del rey opresor.

Esta leyenda es una adaptación libre del texto original escrito por Federico Mendizábal.





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