PUENTE DE ALCÁNTARA EN TOLEDO.

Toledo cuenta actualmente con 8 puentes. Pero desde la época romana y hasta el año 1930, sólo tuvo dos puentes milenarios: el de Alcántara y el de San Martín. Vamos a ver algunas peculiaridades del Puente de Alcántara:

EL NOMBRE. Se lo pusieron en época musulmana. Tras restaurarlo le llamaron ‘al-qantarah’, que curiosamente significa “el puente”.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN. De origen probablemente romano, presumiblemente se construyera en el siglo III. Formaba parte del recinto defensivo de la ciudad de Toledo. El primer documento donde se habla de este puente es el año 788.

Según una inscripción, el puente se acabó en el año 997 por los musulmanes, bajo el dominio de Almanzor. Se ha reformado posteriormente varias veces. A mediados del siglo XIII, bajo el reinado de Alfonso X sufrió graves desperfectos y fue reconstruido. Posteriormente uno de los torreones volvió a ser reformado durante el reinado de los Reyes Católicos.

Debido al paso constante de tráfico, el puente se fue deteriorando, hasta que se prohibió el tránsito de tráfico y se peatonalizó.

ARCOS. En origen tenía 3 arcos, pero en el siglo X desaparece uno de ellos. Actualmente, el puente se asienta sobre dos arcos de medio punto, más grande el central, y un pequeño portillo en un lateral. De la época musulmana sólo se conserva el tajamar o espolón del lado contrario a la ciudad, en el que se pueden ver mármoles decorativos visigodos.

Junto a estos arcos, podemos observar en las orillas del río unas piedras, que son los restos del desaparecido acueducto romano que tuvo Toledo.

PUERTAS. La que da a la ciudad de Toledo es una puerta fortificada, con almenas tanto en la base como en la parte alta. Tiene un arco de medio punto en el que está contenido otro de herradura. Podemos apreciar una estatua de San Ildefonso, patrón de la ciudad, y el escudo de los Reyes Católicos, símbolo de poder. En este escudo falta la granada, pues todavía no se había terminado la Reconquista.

La puerta que da al otro lado del puente no tiene ningún torreón, pues en el año 1721 fue sustituido por el actual arco barroco, durante el reinado de Felipe V. Esto se llevó a cabo debido a que frente a esta puerta se encuentra el Castillo de San Servando, que protege este acceso. 

En esta época ya existía la artillería que causaba una gran destrucción, tanto en el campo de batalla, como a la hora de asediar las ciudades. Esto generó que ya no se valorara tanto la fortificación amurallada, y se tuviese más en cuenta la elegancia en su talante constructivo.

FUNCIONES. Durante muchos años fue el único puente de acceso a la ciudad. Sobre él pasaba la calzada que unía lo que es actualmente Zaragoza con Mérida.

Lógicamente, tuvo carácter defensivo y comercial. En este puente se cobraba el impuesto denominado portazgo, a todo el que entraba con mercancías a la ciudad, excepto a los toledanos y a los que vivían en los montes de Toledo. Este impuesto se estuvo cobrando hasta mitad del siglo XX.