domingo, 28 de febrero de 2021

MARÍA PACHECO “LA COMUNERA DE CASTILLA”.

Hoy vamos a adentrarnos en este importante personaje de la historia de Toledo y de España. María López de Mendoza y Pacheco nace en el año 1497 en Granada. Enseguida se vislumbra su gran carácter al adquirir el apellido de la madre, debido a que tenía dos hermanas llamadas María, siendo conocida como María Pacheco. Pertenecía a una acaudalada familia de la nobleza, siendo una mujer muy culta e inteligente.  Su padre procedía del linaje del Marqués de Santilla y del Cardenal Mendoza. Su madre era nieta del Marqués de Villena.

Se casa a los 15 años con Juan de Padilla obligada por su padre. A los pocos años se traslada con su marido a Toledo, debido a que es nombrado Capitán a las órdenes de Carlos I, rey que gobernaba en España en esta época.

Este rey enseguida se creó la enemistad del pueblo debido a diferentes decisiones controvertidas: sólo contaba con consejeros extranjeros, se dedicaba a cobrar altos e injustos impuestos al pueblo, desviaba grandes cantidades de dinero a los Países Bajos. Hartos de esta y otras circunstancias, en abril de 1520 las Juntas de Comunidades de Castilla, encabezadas por la ciudad de Toledo, se sublevan contra Carlos I. A los pocos meses Juan Padilla es nombrado Capitán General de las denominadas fuerzas comuneras. Muchos cronistas hablan de que fue María Pacheco la que incitó a su pacífico esposo. Así se inicia la Guerra de las Comunidades, que duró 2 años.

Las pretensiones de los Comuneros eran: limitar el poder real y el de la nobleza, reducir los impuestos y el gasto público, una mayor participación política de las ciudades, una reducción de las exportaciones de lana y una mayor protección a la industria textil.

Tras varios éxitos militares entre las filas comuneras, son derrotados en abril de 1521 en la famosa batalla de Villalar, siendo decapitados los comuneros Bravo, Padilla y Maldonado. Una vez muertos los capitanes, muchos alcaldes de las ciudades comuneras huyen y algunos militares se unen a las huestes del Emperador.

Durante los meses que Padilla estuvo ausente de Toledo, el carisma y las capacidades de liderazgo de María Pacheco motivaron que fuera ella quien gobernase la ciudad. Tras la muerte  de su marido se pone al frente de las tropas comuneras en Toledo, y siguen luchando contra Carlos I, compartiendo la jefatura de la ciudad con el obispo de Zamora Antonio de Acuña. Más tarde es tomada Madrid por parte de las tropas realistas, y Carlos I asedia la ciudad de Toledo.

Acuña deserta y se va a Francia, quedándose María Pacheco sola. Lejos de amedrentarse toma el mando absoluto, nombra nuevos capitanes, posiciona a las tropas dispuestas para el combate, adquiere artillería y resiste unos meses más  utilizando los medios más insospechados: controla los motines internos apuntando con los cañones a la ciudad desde el Alcázar, vende las joyas de su familia y se lleva la plata de la catedral de Toledo para pagar a los soldados, reduce los impuestos y libera a los esclavos.

Al final se firma en octubre de 1521 la paz en el monasterio de Sisla, pero el rey no cumple las condiciones pactadas, y en 1522 Toledo se vuelve a rebelar nuevamente tomando el Alcázar, aunque es sofocada inmediatamente por las tropas reales.

María Pacheco es condenada a muerte, pero logra escapar gracias a algunos familiares que tenía entre las tropas enemigas. Se escabulle, junto a su hijo, disfrazada de labrador y siguiendo el cauce del río Tajo, donde llega primero a Talavera, para exiliarse definitivamente en Portugal, donde permanecerá 9 años hasta su muerte a los 34 años como consecuencia de la enfermedad del costado.

Aunque su familia solicita trasladar los restos de María junto a los de su marido, el rey se niega con lo que sigue enterrada en la catedral de Oporto. Desgraciadamente, tanto los restos de María Pacheco como los de su marido han desaparecidos.

La Guerra de Comunidades es considerada por algunos analistas como el primer intento de revolución moderna en España contra las injusticias del absolutismo. En este sentido, María Pacheco puede ser considerada la primera figura española de los movimientos en defensa de la libertad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario