Durante los siglos correspondientes al reinado hispano-visigodo y musulmán (del V al XI), los judíos que vivían en Toledo tenían un nivel económico similar al de otros grupos sociales o religiosos.
En esta época tendrían oficios como
mercaderes, asalariados, jornaleros del campo, propietarios agrarios o administradores
de fincas cristianas. Posiblemente, la inmensa mayoría de los judíos fueran tan
pobres como los cristianos.
Con la conquista de Toledo a los
musulmanes, la mayoría de los reyes cristianos tuvieron una actitud favorable a
la comunidad judía por dos razones principales: para utilizarlos en el desempeño
de funciones importantes en la corte, sobre todo en lo relacionado a las finanzas,
y para repoblar los territorios conquistados a los musulmanes.
De esta forma, a partir del siglo
XII y hasta su expulsión por los Reyes Católicos en el año 1492, se podría
hablar de cuatro actividades a las que se dedicaban los judíos:
-PRESTAMISTAS. La prohibición
de la iglesia a que un cristiano prestara cobrándole intereses a otro, condujo
a los hebreos de clase media-alta a la práctica del préstamo dinerario cobrando
intereses, frecuentemente como actividad complementaria.
-EL COMERCIO. Se
interesaban por el comercio de corto y medio alcance, normalmente dentro de la
propia ciudad de Toledo. Nos encontrábamos con buhoneros (vendedores ambulantes,
lenceros (vendedores de lienzos y telas), roperos (vendedores de ropa),
tenderos o carniceros.
-MÉDICOS Y BOTICARIOS.
Se podía encontrar a muchos judíos vinculados a tareas de naturaleza médica y
sanitaria. Pero los que más destacaban eran los boticarios o especieros,
dedicados a la preparación de medicamentos.
A finales de la Edad Media fueron
acusados de utilizar sus conocimientos para hacer conjuros o matar a
cristianos, por lo que algunas leyes coartaron el desarrollo de estos oficios.
-LA ARTESANÍA. Los
artesanos hebreos pertenecían a la población de clase media-baja, y era el grupo
que mejor representaba social y profesionalmente a la comunidad judía en la
Edad Media. Muchos de estos oficios ya han desaparecido o están en desuso. Se
dedicaban a los siguientes sectores:
El textil: tejedores, calceteros
(personas que hacen medias y calcetas), colcheros (su oficio era hacer o vender
colchas), cordoneros (dedicados a la fabricación de cordones, flecos o borlas),
etc.
La artesanía del cuero:
zapateros, curtidores de pieles, jubeteros (fabricantes de jubetes, prendas de
piel cubiertas de malla de hierro), etc.
La metalurgia: cerrajeros,
herreros, latoneros (los que trabajaban el latón, realizando con él todo tipo
de objetos y utensilios), etc.
La mujer estaba
habitualmente dedicada a las tareas domésticas, aunque hay referencias a dos actividades
que ejercían: el de lavandera y el de panderetera (fabricante de panderetas).
Por lo que respecta a la agricultura
y ganadería, apenas se dedicaron a estos oficios, puesto que las leyes
cristianas les prohibieron poseer fincas. Sólo tenían un pequeño huerto dentro
de sus casas.
Os detallo muchos otros
oficios curiosos desarrollados por los judíos en la Edad Media, la mayoría
desaparecidos:
Alfayate: Hombre o mujer cuyo
oficio es cortar y confeccionar trajes, especialmente de hombre.
Albardero: fabricante de
albardas, aparejos y jalmas (sillas de montar) para caballerías.
Alhamarero: persona que tiene por
oficio fabricar alhamares (mantas o colchas rojas).
Batidor: el que hace panes de oro
o plata para dorar o platear.
Aljofarero: artesano que trabaja
con aljófares (perlas irregulares).
Cardador: aquel que prepara la
lana para su posterior hilado.
Platero: el que labra la plata o vende
objetos labrados de plata, oro o joyas con pedrería.
Chapinero: fabricante de chapines
(chanclos usados por las mujeres y realizados en corcho forrado de cuero de cabra).
Odrero: persona que hace o vende
odres (recipientes de cuero para conservar líquidos).
Peinador: obrero que desenreda y
limpia la lana y el pelo de algunos animales.
Alfarero: trabajador que realiza la
cerámica más sencilla y popular. La que se hacía en los pueblos para uso
popular.
Pellejero: como el curtidor, el
que trabaja en el adobo o curtido de pieles.
Pergaminero: persona que prepara
pergaminos. La piel del cordero limpia de lana, estirada y blanqueada, servía
para escribir sobre ella.
Polainero: fabricante de polainas
(piezas de tela o cuero que cubren desde el tobillo hasta la rodilla).
Tintorero: el que tiene por
oficio teñir o dar tintes a las telas.
Tundidor: obrero que corta o
iguala con tijeras el pelo de los paños.
Zahonero: fabricante de calzas de piel o tela.
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