-PUERTA DE BAB-AL-MARDUM. Se construyó en torno a los siglos IX y X, siendo muy posible una de las puertas más antiguas de Toledo. Se encuentra junto a la entrada a la Mezquita del Cristo de la Luz.
Su NOMBRE procede del árabe, pues era el nombre de esa Mezquita durante la época musulmana. La palabra Mardum significa en árabe bloqueada. Quizás se deba este nombre a que su función de acceso a la medina islámica fue sustituida por la Puerta del Sol que es más accesible y con menor inclinación, razón por la que estuvo mucho tiempo tapiada. Muchos toledanos la llaman por el nombre españolizado Valmardón. Hacia el siglo XV también se la llamó Puerta del Mayordomo o Puerta de la Cruz.
En cuanto a sus FUNCIONES, se sabe que, una vez que perdió el carácter defensivo, la Puerta de Valmardón fue cárcel, ubicación de carnicerías musulmanas y vivienda oficial del corregidor durante la época de los Reyes Católicos. Hacia el siglo XVIII se trasladó aquí el Hospital de San Lázaro, donde se trataba a enfermos de tiña, sarna y lepra. Desde finales del siglo XIX es usada como vivienda particular.
Su ARQUITECTURA ha ido cambiado en función de las diferentes funciones que ha tenido. Como fortaleza defensiva tenía 2 torres y un habitáculo superior. El acceso se realizaba a través de 2 arcos de herradura, primero y de medio punto después, incluido una reja o rastrillo en medio. A partir del siglo XV, desaparecieron las torres y la estancia de arriba. Se taparon algunos huecos, se abrió una ventana y se construyó un patio gótico junto a la puerta, que desapareció hace 50 años debido a su estado ruinoso.
Fue declarada monumento nacional el 21 de diciembre de 1921. En la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.
-PUERTA DEL MOLLETE. Se construyó en torno al siglo XV. Está UBICADA junto a la torre más grande de la catedral. En principio se le llamó Puerta de la Justicia. Más tarde adquirió el NOMBRE de Puerta del Mollete debido a que cada día, después de la celebración de la misa mayor, el sacerdote y sus ayudantes salían a esta puerta a repartir pequeños panes bendecidos con forma circular al que llamaban mollete (forma de moflete). Estos panes se repartían entre los feligreses más necesitados de la ciudad.
Por esta puerta se accede directamente al Claustro de la catedral. A su derecha había una pequeña puerta, por la cual los aguaceros (azacanes) llenaban el aljibe de la catedral con sus cántaros que subían desde el Tajo. Esta agua luego se repartía también entre los más pobres de la ciudad. A este acto se le conocía como “limosna del agua”.
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