En muchas ciudades de España podemos ver el escudo de los
Reyes Católicos adornando edificios. En Toledo lo podemos observar en el Monasterio de San Juan de los Reyes o la Escuela de
Artes de Toledo. Este emblema tiene en la parte de abajo el yugo y las flechas,
como representación de Isabel y Fernando.
Rodeando al yugo y las flechas aparece un cordón sin nudos.
Esta cuerda la incorporó Fernando el Católico al escudo, tomándolo de una
leyenda griega que os paso a relatar:
Existió en Anatolia (actual Turquía) una región denominada
Frigia que se quedó sin rey. Para elegir al nuevo rey acudieron a consultar al
oráculo de Zeus. Éste les contesto que el nuevo emperador sería el primer
hombre que entrase por la puerta este de la ciudad montado en un carro.
Esta persona no fue otro que Gordio, un campesino cuyas
únicas posesiones eran su carreta y sus bueyes. Cumpliendo la predicción del
oráculo fue nombrado monarca de Frigias. Lo primero que hizo fue fundar una
ciudad que sería la capital a la que llamó Gordio.
Como agradecimiento ofreció al templo de Zeus su carro,
atando con una gruesa cuerda el yugo y la lanza del carro con un nudo. Cuenta
la leyenda que este nudo nadie lo podía desatar, y se decía que aquel que lo consiguiese
conquistaría Oriente. Allí permaneció, en la Acrópolis griega, durante muchos
años sin que nadie pudiese deshacer el nudo hecho por Gordio.
Hacia el año 333 antes de cristo, Alejandro Magno en su
camino hacia la conquista del Imperio Persa, conquistó Frisia. Atraído por esta
leyenda, y conocedor de las creencias del pueblo llano, se dirigió a la
Acrópolis y tras intentarlo varias veces, le fue imposible desatar el nudo.
Acto seguido sacó la espada y directamente lo cortó, eligiendo de esta forma
una solución radical.
Al cortarlo dijo: “lo mismo da cortarlo que desatarlo”. Esa
noche una gran tormenta de lluvia y rayos cayó sobre Frisia. Alejandro Magno lo
interpretó como de alegría y conformidad de Zeus con la solución que había adoptado.
La realidad es que once años más tarde Alejandro Magno conquistó todo el
oriente, expandiendo su imperio por toda Grecia y Egipto.
Muchos siglos después el rey Fernando el Católico incorporó a
su escudo una cuerda suelta junto al yugo y las flechas, acompañado de la frase
“Tanto monta”, haciendo alusión a este nudo gordiano: “lo mismo da cortar que
desatar”, es decir cuando un problema no se consigue de una forma, hay que
buscar otras formas de solucionar dicho problema, para de esta forma conseguir
el objetivo. No hay que olvidar que el reino de Aragón, al que pertenecía
Fernando, se pasó siglos intentando conquistar territorios de Oriente.
Actualmente, cuando utilizamos la expresión nudo gordiano nos
referimos a un problema que tiene difícil solución, y que requiere soluciones
creativas, rápidas e inteligentes.
Algunos historiadores consideran que fue el maestro Antonio
de Nebrija quien le contó al rey Fernando la posibilidad de adoptar estos
símbolos en su emblema de armas, y así lo hizo.
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