SUS NOMBRES. Como casi todas las
puertas de Toledo, ha tenido varios nombres a lo largo de su historia: Puerta
Nueva debido a que es la más moderna que se construyó; Puerta de la Alegría
haciendo referencia al gozo que supone la celebración de la Asunción de la
Virgen, que se puede ver representada en la cabecera del fondo de la puerta;
Puerta de los Leones nombrada así en alusión a los leones que se ven en las
columnas de la reja exterior.
ORIGEN Y LOCALIZACIÓN. Se
construyó entre los siglos XV y XVI. Está considerada una de las grandes obras
hispano flamencas de esta época. Ha sufrido muchas restauraciones, la última
del siglo XVIII, lo que la hace más refinada y gótica.
Mientras la arquitectura de la
Puerta del Reloj, construida 200 años antes, se nos muestra con esculturas toscas
y rígidas, la arquitectura de la Puerta de los Leones aparece alegre, radiante
y esplendorosa, como si se tratase de la entrada de un resplandeciente palacio.
A continuación, os detallado el
conjunto escultórico (recomiendo apoyarse en las fotos).
HOJAS DE LA PUERTA. Son dos y
están cubiertas de planchas de bronce, pintadas de verde oscuro sobre un fondo granate.
Aparecen grabadas con dibujos geométricos y llamativas marcas. Sus llamadores o
aldabas son curiosas al estar formadas por dos sirenas enroscadas y desnudas.
EL PARTELUZ. Llamado así porque
parte la luz. Es la columna que divide en dos la puerta. En el vemos
representada a la Virgen sobre un pedestal sosteniendo un libro en las manos.
Sujetando el pedestal aparecen las 4 virtudes teologales: Fortaleza, Justicia,
Templanza y Prudencia.
EL TÍMPANO. Es el arco que hay
por encima de la puerta. Justo sobre ésta podemos ver esculpida la muerte y el
entierro de la Virgen. En una primera escena observamos a la Virgen tumbada en
su cama, rodeada de los apóstoles, mientras en la puerta hay mucha gente
intentando entrar. En una segunda escena avistamos las figuras de las 3 Marías
altas y delgadas presidiendo el sepelio, y a los apóstoles llevando a hombros
el ataúd.
En esta escena hay una leyenda,
llamada la leyenda Áurea o Dorada, que nos cuenta cómo un judío intentó perturbar
el entierro de la Virgen, lanzándose contra el féretro pretendiendo que la
Virgen se cayese al suelo. Pero al tocar el ataúd, los brazos y manos del judío
se quedaron pegadas a la madera, lo que hizo que no pudiese sujetarse y se
cayese al suelo (pobres judíos: “siempre haciendo el mal”).
Más arriba del todo está el
conjunto de la Virgen de la Asunción, coronada de estrellas y rodeada de
querubines y ángeles músicos entre nubes que la rodean elevándola a los cielos.
LA OJIVA. Está compuesta por un
enorme arco exterior y otros 5 interiores, con una decoración vegetal, formada
por plantas con sus raíces, tallos y hojas, por donde escalan más ángeles
músicos y querubines. Encima de estas arcadas hay once medallones, que
representan a profetas, patriarcas y el del centro representando a la Virgen
María. Rematando la puerta se encuentra una enorme estatua de San Agustín.
En las columnas que sujetan los
arcos nos encontramos con 6 llamativas estatuas de cuerpo entero y tamaño
natural. Estas estatuas llevan grabados sus nombres en letras góticas en el
nimbo. Se tratan de San Pedro, San Juan y San Andrés en la parte izquierda, y
San Pablo, Santiago y San Matías en el lado derecho.
En el ático interior que precede
la puerta, situados en los muros laterales hay otras cuatro esculturas; en el
lado izquierdo, María Salomé y María Magdalena y a la derecha María Jacobé y
José de Arimatea.
Toda la puerta está enmarcada por
dos enormes pilastras, donde se colocan dos grandes estatuas de arzobispos y
encima dos grandes jarrones.
LA REJA. Es de hierro y cierra la
puerta impidiendo una visión más detallada del conjunto escultórico. Está
compuesta por pilares con 6 leones en la cúspide sujetando escudos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario