Este convento situado en pleno casco de Toledo es uno de los que más salud tiene, en parte debido a que ha sabido reinventarse económicamente, hasta tal punto que cuenta con 36 habitaciones con baño para alojarse, varias salas de reuniones y un hermoso jardín con preciosas vistas a Toledo.
Desde
el punto de vista litúrgico tiene 4 capillas y la hermosa iglesia del siglo
XVII. Por supuesto, si te alojas puedes participar en los actos litúrgicos que
se celebran diariamente. Veamos su interesante origen.
Hacia
1586 se instalaron en unas casas que pertenecía a las carmelitas descalzas,
cercan de donde se ubican actualmente. Se fundó este monasterio de frailes con el
título del “Espíritu Santo”. Este nombre lo adquirieron de otro convento
desaparecido años antes, lo que les permitió fundar el convento, al no
considerarse nuevo. Hay que tener en cuenta que en esta época estaba prohibida
la fundación de nuevos conventos. Pinchando aquí puedes leer las razones por las
que hay tantos conventos en Toledo: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/2019/09/por-que-hay-tantos-conventos-en-toledo.html
Más
tarde, en el año 1603, vendieron el edificio y se instalaron a extramuros, por
debajo del castillo de San Servando, donde ahora está el Hospital Provincial.
La razón fue que el lugar elegido dentro de Toledo era muy ruidoso, pues por
esta zona llegaban todos los carros de mercancías en esa época, además del
trasiego constante de viajeros de todo tipo y condición.
En
esta nueva ubicación tampoco estuvieron muchos años, pues la zona era por donde
pasaba el camino real de La Mancha, sobre la antigua calzada romana, que
todavía hoy podemos ver en los alrededores del arroyo de la degollada. Esto
traía consigo también mucho movimiento de mercancías y visitantes.
Además,
los nuevos frailes de la comunidad encontraban muchas dificultades para
desplazarse hasta el centro de la ciudad, para resolver cualquier asunto,
proveerse o pedir limosna. Igualmente, les era complicado encontrar
benefactores para mantener las capillas o vender enterramientos, sistema éste
muy habitual para encontrar ingresos.
Por
todas estas razones los frailes compraron en el año 1643 una casa y varios
corrales dentro de la muralla, que fueron ampliando años más tarde con otros
edificios colindantes, además de la cesión de varias calles reales,
pertenecientes al Ayuntamiento.
Aquí
entre 1643 y 1655 se edificó el actual conjunto conventual con su sencilla fachada
e iglesia de estilo barroco toledano. Las dependencias giran en torno a un
patio porticado precioso, donde se podía ir a comer antes de la pandemia,
previa reserva y que puedes ver en la foto.
La
iglesia tiene planta rectangular con 3 naves. La portada del edifico parece un
retablo con pilastras toscanas y ático con hornacina. En la puerta de entrada
podemos ver dos escudos identificativos de la Orden de los Carmelitas.
En
el año 1835, con la desamortización de Mendizábal, se suprimieron todos los
conventos de hombres. Los frailes de este convento tuvieron que abandonar el
monasterio, que se convirtió en Seminario. No volvieron hasta el año 1893.
En
mi blog puedes ver información, origen y fotos de otros conventos toledanos: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/search/label/CONVENTOS
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