domingo, 27 de febrero de 2022

FELIPE II Y LAS CASAS A LA MALICIA.

 

Toledo ha tenido una gran importancia como capital de España durante dos periodos. El primero fue en el año 567 durante la Hispania Visigoda y el segundo comenzó en el año 1519 siendo rey Carlos I de España y V de Alemania, finalizando en el 1561 cuando Felipe II traslada la Corte y la capitalidad a Madrid.

En mi blog puedes ver las razones por las que Felipe II se llevó la Corte a Madrid: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/2019/09/razones-por-las-que-felipe-ii-se-llevo.html

 Como consecuencia de ello la ciudad de Toledo disminuye considerablemente su población, al marcharse a Madrid buena parte de todo el séquito del rey, más los nobles y adinerados que siempre viajaban allá donde estuviese el poder. Con los años se convirtió en una ciudad dominada por el clero y sus instituciones.

Para Madrid también supuso un gran problema, principalmente de alojamiento, pues pasó de ser una ciudad con pocos habitantes a triplicar su población. Tenía que acoger a nobles, servidores del rey, funcionarios, religiosos, ejército y personajes relevantes.

Dado que la corte siempre había sido itinerante en España no se construyeron viviendas para alojar a tantas personas. La solución que se impuso fue la denominada “Regalía de Aposento”, que consistía en que los propietarios de las casas madrileñas cedieran gratis la mitad de su vivienda para poder alojar al séquito real. Y no sólo en las casas que ya existían, sino también en aquellas que se reparasen por estar en ruinas, que se rehabilitasen o que se ampliasen.

Este derecho no sólo afectaba a su uso, sino que ese espacio era de su propiedad. La idea era que los vecinos cedieran la segunda planta de las casas. Aquí surgió la picaresca española para evitar que se alojaran en sus casas gratuitamente personas ajenas. Empezaron a construir lo que se llamaron CASAS A LA MALICIA, que ocultaban al exterior que esas viviendas tenían dos plantas.

Las artimañas fueron diversas: cámaras en la parte superior, tejados más bajos en la parte exterior que daba a las calles, ventanas muy pequeñas, sin ventanas, con ventanas a patios traseros, ventanas externas desordenadas de tal forma que en la fachada pareciese que era de una sola planta, vanos entre plantas pequeños, casas de una sola planta con las cámaras en la parte de atrás. En definitiva, una arquitectura desordenada.

Cuando la casa no tenía 2 plantas, la llamada Junta de Aposento la catalogaba como de incómoda partición y se consideraba como casa no material, marcándola entonces como de incómoda partición, y pasaba a engrosar la lista de las casas no materiales. Eso sí, no se libraban de pagar un impuesto que oscilaba entre un tercio y la mitad de los que valdría su alquiler.

A Lope de Vega le tocó alojar a un inquilino en su casa de Madrid. Se le metió en su vivienda durante 9 meses el Capitán Alonso de Contreras. Curiosamente en este personaje se inspiró el escritor Arturo Pérez Reverte para dar vida al personaje de las novelas del Capitán Alatriste.



No hay comentarios:

Publicar un comentario