Un balcón esquinado es un mirador con forma de chaflán o de escuadra en una esquina de un edificio. Por lo general se coloca en una casa importante. Durante la Edad Media se convierte en un elemento diferenciador del resto de la sociedad. Su finalidad es exhibir y exteriorizar el poder, colocando a la familia que lo posee en una posición social superior.
Casi siempre se construían
en casas señoriales, ilustres y de familias distinguidas. Prácticamente nunca
aparecían en las casas más populares y de clase baja. Nos mostraba una sociedad
de la época con los mismos intereses que puede tener la gente rica en el actual
siglo XXI: destacar sobre el resto, aparentar, hacerse notar.
Igualmente, supuso un cambio
en cuanto al comportamiento de relacionarse de las familias del momento. Se
empieza a abandonar la configuración de las casas organizadas en torno a un
patio interior, rompiendo de esta forma con el aislamiento. No deja de ser un
símbolo que nos muestra las transformaciones de la época. Estos balcones en
esquina sirven para comunicarse con el exterior, integrándose la nobleza con el
resto de la población.
Con el Renacimiento se
realizan grandes y ostentosos palacios, casonas y mansiones que expresarán su categoría
social. Los grandes ventanales esquinados sirven para tener una mayor visión al
dar a dos calles, un mayor espacio para ver el desarrollo de los
acontecimientos más cotidianos e importantes de la población.
Las plazas son el lugar de
encuentro de los mercados, donde se reúnen comerciantes, artistas y todo tipo
de personajes de la época. Son el mentidero de la ciudad. Aquí se llevan a cabo
las grandes celebraciones, procesiones y festejos. Estas familias poderosas van a
querer participar desde la primera fila de todo lo que ocurre en el exterior,
es una forma de espiar y cotillear a la población y a sus vecinos. Es el
“SÁLVAME” de la época.
Muchos de estos balcones venían
acompañados del escudo de armas de la familia nobiliaria, aunque el origen del
escudo era militar de carácter hereditario, siendo algo más que una simple
marca de reconocimiento. En los blasones y yelmos podemos reconocer la historia
y el honor del linaje El escudo sólo estaba reservado a nobles e hidalgos que
podían exhibir las armas recibidas de sus padres o recibidas por reyes en
premio a sus méritos y hazañas.
Si quieres conocer más sobre
yelmos y escudos heráldicos, puedes hacerlo en mi blog a través de este enlace:
https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/2019/10/yelmos-en-escudos.html
Las casas que se ven en la antepenúltima y en la última foto no son casas señoriales.
ResponderEliminarNo. Claro. Son modernistas total. Las he puesto para comparar como con el paso del tiempo, seguimos en ocasiones los mismo cánones.
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