miércoles, 13 de julio de 2022

HIDALGOS EN TOLEDO.

 

En la Edad Media se consideraba hidalgo a aquella persona que por su estirpe formaba parte del estamento inferior de la nobleza. La palabra hidalgo proviene de la expresión “hijo de algo”. En el Cantar del Mío Cid se les llamaba fijodalgos.

Tuvieron su origen en los primeros años de la Reconquista en el norte de España. Se les consideraba hombres libres dedicados a las armas y a sus posesiones. Era necesario tener un caballo y armas para poder ayudar al rey cuando les necesitase.

La hidalguía no se consideró como nobleza hasta el siglo XIII, cuando fueron redactadas las Partidas por parte del rey Alfonso X “El Sabio”. Esta condición se va trasmitiendo de padres a hijos. Es conveniente aclarar la diferencia entre caballero e hidalgo. No fue hasta el siglo XV cuando los caballeros podían ser hidalgos si eran capaces de mantener a su costa durante un año caballo y armas.

Algunos de los muchos privilegios que tenían eran los siguientes: si eran condenados a prisión estaban en cárceles aparte del resto de presos, si eran condenados a muerte les ajusticiaban con armas y no se les ahorcaba por considerarse ésta ejecución degradante, no pagaban tributos ni realizaban servicios, si tenían deudas no les podían quitar los bienes, salvo aquellas deudas contraídas con el Rey, etc.

La gran mayoría de caballeros e hidalgos que acompañaban a Alfonso VI en la reconquista de Toledo en el año 1085, procedían de las tierras conquistas por los monarcas cristianos castellanos y leoneses. De ahí que muchos de los apellidos de estos hidalgos eran: Gallego, León, Toro, Astorga, etc. Estos hidalgos, caballeros y en ocasiones algún conde, repoblaron Toledo junto a los mozárabes, castellanos y órdenes militares, siendo la primera referencia nobiliaria en la provincia, llegando algunos de ellos a ser gobernadores o alcaldes de Toledo, como Pedro Alguacil o Rodrigo Fernández de Castro.

Con los siglos algunas de estas familias dieron origen a las conocidas como grandes casas y patrimonios nobiliarios como los Álvarez de Toledo, los Ayala o los Dávila y otras muchas que formaron parte de la nobleza toledana.

Alfonso VI para potenciar la repoblación de la ciudad y por la necesidad de aumentar el número de combatientes en el ejército permitió, mediante fueros, acceder libremente al ejército de caballería a los mozárabes toledanos que quisieran y tuvieran medios para cabalgar.  Años más tarde, Alfonso VIII, para seguir repoblando las tierras conquistadas libera de muchos impuestos a los Caballeros, extendiéndose está exención a los eclesiásticos y en Toledo a los que tuviesen casa, tierras y mujer en la ciudad. Sin embargo, todos los vecinos de una ciudad debían pagar ciertos servicios, como era contribuir para las fortificaciones o muros, costumbre que se mantiene en vigor hasta la Edad Moderna.

En definitiva, la ciudad de Toledo en los siglos XII y XIII tuvo un carácter marcadamente militar y mercantil, por lo que en su población debió tener un gran peso la nobleza. De ahí las exenciones y privilegios de sus moradores, ya fuesen hidalgos o caballeros.

Muchos de estos nobles contribuyeron al desarrollo de muchos de los grandes conventos actuales de Toledo. Puedes leer cómo en mi blog:

Convento de Santa Isabel de los Reyes: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/2019/11/convento-de-santa-isabel-de-los-reyes.html

Convento de Santa Clara: https://descubretoledoconmanuel.blogspot.com/2020/01/convento-de-santa-clara.html

 


 

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